Una buena impresión no es necesariamente vestir con elegancia o conocer los modales refinados, más bien, se trata de entender las sutilezas de la comunicación con un cliente o potencial inversionista.
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En este sentido, especialistas de la empresa de reclutamiento Michael Page explican que las instancias casuales como almuerzos, comidas o reuniones fortuitas suelen funcionar para sacar adelante proyectos, cerrar negocios, generar contactos y acercarse a personas que pueden ser la llave para entrar en un organización.
“Aún cuando el negocio o los objetivos del almuerzo no se concreten, los participantes siempre se llevarán una impresión de los interlocutores, factor que puede determinar un nuevo contacto o consideraciones para planes futuros”, afirma José Ignacio Valencia, senior consultant de Michael Page.
Para lograr un correcto comportamiento, la empresa recomienda:
1. Atención con las bebidas:
En términos del consumo de bebidas, el especialista dice que “en una ocasión importante, el representante de la empresa debe estar lúcido. El consejo es que si va a tomar alcohol, pida una bebida que pueda hacer durar durante toda la comida”.
Por un lado, si el representante de la firma no consume alcohol y el invitado se decide por un cóctel o un trago, potencialmente “esa persona puede sentir que está haciendo algo mal. Una forma de hacerlo sentir cómodo es diciéndole al garzón que luego ordenará algo más fuerte y, quizás no lo haga, pero el cliente o inversionista estará más a gusto”, aconseja el consultor. Sin embargo, en caso de que su invitado ordene un trago con alto grado alcohólico, como un whisky, se puede sentir libre de “beber algo si se desea, aunque es recomendable pedir una bebida con menor graduación etílica”. Por el contrario, si su compañero no consume alcohol, “lo mejor es que tampoco lo haga”, recomienda Valencia.
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2. Ritmo del invitado
Para el experto, otro factor clave es manejar los tiempos, evitar los silencios y acompañar al invitado. “En estas reuniones informales es importante mantener el ritmo de la conversación, por esto es aconsejable conocer la carta de antemano para saber qué pedir y qué recomendar a la otra persona. Asimismo, tampoco es bien visto pedir lo más caro, sino algo intermedio”, sugieren los especialistas de Michael Page.
3. Llegar a la hora
La puntualidad es uno de los temas más relevantes en un encuentro de negocios. “Se debe llegar al lugar 10 minutos antes. Este margen le da el tiempo para ir al baño, revisar la carta y conseguir una buena mesa, aunque sea el único que ha llegado”, afirma Valencia.
4. Teléfono celular
Una persona que está pendiente del teléfono en vez del invitado le quita seriedad a la reunión. Así, la contraparte pierde el interés en la conversación, lo que lleva a dividir la atención y no entregar la mejor imagen. “Ponga el teléfono en silencio o apáguelo y si está esperando una llamada importante, se lo debe hacer saber a todos los presentes. En el caso de estar con un invitado y a él o ella contesta, se debe permitir e intentar darle la privacidad y conformidad que necesite, por ejemplo, yendo al baño”, señala el consultor.
5. Agenda
Si se tiene una propuesta directa de negocio, se debe decir en el momento apropiado. “Jamás se debe comenzar con la oferta. Primero, los invitados se deben sentir a gusto con el anfitrión para ganar su atención y disposición. Esto se logra mediante conversaciones triviales desde hobbies hasta deportes”, dice Valencia, quien agrega que se deben evitar temas “controversiales o muy personales” si no se conoce muy bien a la contraparte.
Asimismo, los asuntos de negocios se deben comenzar a tocar después de que todos hayan realizado sus pedidos.
Finalmente, recomienda que luego de la reunión envíe un e-mail agradeciendo el tiempo de las personas con quienes compartió. “Se debe hacer de manera sutil para que nadie se sienta en deuda con la empresa”, concluye el especialista.