Triplicar el gasto público en innovación, unos US $ 3000 millones, constituye la primera gran propuesta del plan económico que llevaría adelante el Frente Amplio, por intermedio de su abanderada presidencial, la periodista Beatriz Sánchez, en caso de ganar el favor del voto de los chilenos.
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En un documento de 59 páginas, con profusión de gráficos, Sánchez y el FA realizan un diagnóstico del estado actual de la economía chilena: resumen en cuatro, las razones por las cuales Chile no está creciendo. 1) Estrategia de desarrollo agotada; 2) alta concentración de la riqueza y el poder; 3) depredación del medio ambiente y 4) inversión insuficiente en las personas, de manera especial en materias sensibles como pensiones, educación y salud.
Aplicar una descentralización de la economía, propiciando un desarrollo verde o ecológico, en un marco de relaciones laborales justas y equilibradas constituye parte de la estrategia económica, en caso de que Sánchez llegué a despachar desde La Moneda, desde el mes de marzo de 2018.
Uno de los puntos más interesantes del documento, es el relativo a las llamadas «Nuevas formas de producción»: en el marco de una descentralización política, la economía también asumiría ese nivel de acción concreta. «Fomentaremos la protección de los ecosistemas y biodiversidad, eliminaremos los subsidios al uso de pesticidas y prohibiremos los químicos sancionados internacionalmente», se puede leer en el documento.
Por último, el FA y Sánchez proponen reducir el gasto en defensa, derogando la Ley Reservada del cobre y asignación de financiamiento estable y transparente, mediante la Ley de Presupuesto. «Así construiremos un futuro más próspero para nosotros y las generaciones que vienen», concluye el papel de trabajo, que en materia económica los rentistas le proponen a los electores chilenos, el próximo mes de noviembre.