Bajo la represión de una dictadura, muchas historia de resistencia e incluso de combate, quedan en el olvido o en el anonimato. Una de estas era la que protagonizó August Landmesser, un obrero alemán que fue opositor al régimen nazi y que llegó a desafiar al propio Adolfo Hitler, en pleno apogeo del Tercer Reich.
PUBLICIDAD
La historia dramática de Landmesser parecía quedar sepultada por el tiempo hasta que apareció una foto fecha en 1936 en que llevó a ese modesto obrero a la conciencia colectiva de muchos y lo transformó en un ícono de la resistencia al interior de Alemania al nazismo.
El 13 de junio de 1936, toda la camarilla nazi llegó hasta los astilleros de Hamburgo para la botadura del buque de entrenamiento militar Horst Wessel. Un acto de los tantos que organizaba el gobierno de Hitler en pleno apogeo.
La economía de Alemania estaba recuperada, el país funcionaba ordenadamente y el crecimiento del aparato militar alemán, mantenía al pueblo germano totalmente leal al régimen. El “Fuhrer” estaba en su mejor momento.
De ese acto de Hamburgo quedó una imagen que durante décadas no significó nada en especial hasta que alguien se percató que en medio de la masa de obreros del astillero que saludaban a Hitler haciendo el tradicional gesto nazi, había un que no saludaba.
Recién en 1991, Ingrid Landmesser identificó a ese trabajador que, en medio de una muchedumbre enfervorizada, le había negado el saludo al dictador.
PUBLICIDAD
Se trataba de August Landmesser, un humilde obrero alemán, que en 1931 se sumó al partido nazi, se cree que para lograr un mejor trabajo. Pero en 1935 se comprometió con Irma Eckler, una mujer judío-alemana, y de inmediato fue expulsado del partido. Desafiando el discurso nazi, Landmesser se comprometió con Eckler y trató de casarse, pero las autoridades alemanas no se lo prometieron.
August se mantuvo con Irma y tuvieron dos hijas: Ingrid e Irene. Eh 1937, en medio del creciente fanatismo nazi en la sociedad alemana, el obrero y su familia trata de huir a Dinamarca, pero es apresado y condenado por “deshonra a la raza”. Su defensa fue que ninguno de los dos sabía que Irma era completamente judía. Ambos fueron absueltos, bajo la amenaza de que si seguía la relación, irían presos.
Landmesser y Eckler no se separaron y el 1938 fueron detenidos otra vez…Y nunca más volverían a verse. Irma deambuló por varios campos de concentración donde finalmente falleció, mientras que August estuvo internado en un sanatorio, cumplió penas de trabajos forzados y finalmente fue obligado a pelear en el ejército alemán, donde falleció.
Este drama había quedado en el olvido hasta que en 1991 esa foto de Hamburgo en 1936 desafían a Hitler se transformó en fenómeno viral y su hija Ingrid lo identificó.