El Ejército de Corea del Sur pone a punto su arsenal estratégico estos días con la realización de una maniobras aéreas a gran escala y la presentación de un nuevo submarino, en una etapa de creciente tensión tras el sexto ensayo nuclear norcoreano.
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Unos 500 soldados y 50 aviones, entre ellos cazas F-15K y F-16 y el avión de alerta temprana y control aerotransportado E-737, están participando desde el pasado viernes en el ejercicio de combate aéreo bianual Soaring Eagle, reveló hoy la Fuerza Aérea surcoreana.
En las maniobras, que se prolongarán hasta mañana, las aeronaves surcoreanas simulan su intervención en varios escenarios, desde un potencial bombardeo de las fuerzas militares de Corea del Norte hasta operaciones de reconocimiento o para contrarrestar posibles interferencias de GPS.
«Estamos completamente preparados para responder a cualquier tipo de provocación del enemigo de manera rápida y resuelta», dijo el comandante de las maniobras, el coronel Won In-jae, en declaraciones recogidas por la agencia surcoreana Yonhap.
La realización de los ejercicios coincidió con la presentación hoy de un nuevo submarino de 1.800 toneladas de clase 214 para la Marina surcoreana, cuyo inicio de operaciones se prevé para 2019.
Equipado con un misil de crucero con 1.000 kilómetros de alcance, el nuevo sumergible tiene 65 metros de largo por 6,3 metros de ancho y puede navegar a 20 nudos (unos 37 kilómetros por hora).
Con éste, el número de submarinos de Corea del Sur ascenderá a 18.
La tensión en la península coreana se ha recrudecido después de que el pasado domingo el régimen norcoreano realizara su sexto y más potente test nuclear hasta la fecha, en el que afirmó haber detonado una bomba de hidrógeno que puede instalarse en un misil balístico intercontinental.