Amanda Creighton llevaba dos años de feliz relación con Chris Walker. Venía de 10 años de matrimonio, el cual terminó de mala manera, y pese a que no quería volver a tener un romance en el corto plazo, conoció el 2012 a este oriundo de Newcastle en Inglaterra, que la hizo reír bastante y que le dio una inmejorable primera cita que terminó con un romántico beso.
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Tras unas semanas de relación, el hombre le dijo que por motivos laborales debía estar seis semanas en Dorset, a 360 millas de distancia. Ella le creyó, aunque un hecho le llamó la atención: se ofreció a visitarlo y él se negó. No quería distracciones del trabajo.
«Me ofrecí a visitarlo, pero él se negó. Pensé que era raro, pero suponía que estaba ocupado», relató la mujer al diario inglés The Sun.
Al llegar de vuelta el hombre a Newcastle, ella lo llamó por teléfono, le mandó mensajes de textos e intentó contactarlo por redes sociales. Pero nada resultó. Él cortaba las llamadas o simplemente no respondía. Hasta que un día apareció y dio señales de vida.
En ese momento, la mujer iba dispuesta a encarar a Walker y consultarle qué diablos había pasado. Nada de esto aconteció, pues apenas vio a Amanda le pidió matrimonio. «Me sorprendió, pero él estaba realmente emocionado y yo inmediatamente perdoné su comportamiento extraño y le dije que debía trabajar su estrés», señaló ella, pensando que todo se debía que el sujeto se encontraba lleno de trabajo.
Y pese a que en otras ocasiones el hombre nuevamente salía de la ciudad por motivos laborales, ella estaba feliz planeando su casamiento. Así fueron los siguientes seis meses hasta que Facebook le cambió toda su vida en 180 grados. Era diciembre de 2014 cuando comenzó a mirar los contactos que la red social le sugería para que agregara como amigos. Y mientras observaba los nombres, una foto le llamó la atención: salía una mujer abrazando a Chris.
«Reconocí a Chris en la foto, así que hice clic en el perfil. Mi estómago se cayó cuando lo vi de la mano con otra mujer». Allí descubrió tres cosas que la hicieron derrumbar por completo. El hombre estaba casado, tenía un hijo y Chris Walker era un nombre inventado. En realidad se llamaba Paul McHugh.
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«Me había estado mintiendo sobre todo. Estaba absolutamente devastada y furiosa. Lo enfrenté por teléfono y tan pronto como dije, ‘Tu nombre es Paul’, él colgó de inmediato. Tiré sus cosas de mi casa y luego le dije a su esposa lo que pasaba, pero ella no me creyó y me dijo que estaba mintiendo», relató Amanda.
Pero las cosas no acabaron allí. Seis meses después el hombre la llamó de vuelta, llorando y diciéndole que su matrimonio había terminado porque en realidad quería estar con ella. Creighton le dio una nueva oportunidad porque «todavía lo amaba».
En noviembre de 2015, la relación nuevamente finalizó. El ex Chris, o sea Paul, nuevamente desapareció unos días por cosas de trabajo. «Cuando lo enfrenté, él admitió que todavía estaba con su esposa.
«No podía creer que lo hubiera llevado de vuelta. Estaba destrozada. Furiosa, lo pateé», relató. Eso sí, días después descubrió que estaba embarazada del hombre. Por lo que, nuevamente, le dio una chance al hombre. «Le dije a Paul y él me prometió que lo haríamos juntos. Sólo quería que las cosas fueran humanas para nuestro hijo».
En agosto de 2016 nació Mollie y la relación entre la pareja iba bien. Hasta que se cruzó Facebook nuevamente. Alguien mencionó a Paul en la red social, tildándolo de «mentiroso». Amanda buscó la razón por la cual lo trataban así a su pareja, por lo que comentó ese estado, recibiendo como respuesta las palabras de tres mujeres: todas ellas decían que habían caído en las mentiras del sujeto.
«Tenía perfiles de citas en varios sitios web diferentes, todos bajo el nombre de Chris Walker. Simplemente no podía creerlo. Era tan bueno en mentir que logró convencernos a todas que estaba enamorado de nosotras», señaló. La relación ahora sí que terminó de manera definitiva y ella tiene una nueva pareja, aunque dice que le cuesta «volver a confiar» en un hombre nuevamente.
En tanto, Paul fue contactado por el diario, negando toda la historia. «Todo lo que ella y sus amigas han creado es ridículo», sostuvo y aprovechó de poner en duda que el niño que tiene Amanda es precisamente su descendiente. «Ella dice que es mi hijo, pero están haciendo pruebas», remató.