«La mantención de ese homenaje a Merino, quien tuvo la responsabilidad del mando de la Armada durante toda la dictadura, es un símbolo de odio y división. Constituye una afrenta para todas aquellas personas que padecieron la sistemática violación de sus derechos humanos y para las familias de los que no sobrevivieron. Implica una exaltación del golpismo y del más ofensivo y grosero racismo respecto de nuestros países hermanos», ese es el argumento que presenta el candidato a diputado del Frente Amplio por el Distrito 12, Luis Mariano Rendón, en una carta entregada a la Presidenta Michelle Bachelet para sacar el monumento de José Toribio Merino que se encuentra instalado en los jardines de la antigua Escuela Naval y actual Museo Marítimo.
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Esta no es la primera vez que se hace una petición para retirar la estatua que fue construida mientras Bachelet era ministra de Defensa en 2002. En 2014, durante el primer mandato de la actual Presidenta, la agrupación «Ciudadanos por la Memoria» enviaron una carta a la jefa de Estado con la misma demanda y también para requerirle la remoción del nombre “Merino” de un navío de la Armada, de una sala del Museo Marítimo Nacional y de un auditorio ubicado en la ex Academia de Guerra Naval.
La primera carta, firmada por más de 5.000 personas, por Rendón, el historiador Sergio Grez y el presidente de la Asociación de Marinos Constitucionalistas, Víctor Pérez, entre otros, fue recibida por Fernando Cabrera Salazar, el entonces secretario del Comandante en Jefe de la Armada, el Almirante Enrique Larrañaga.
Incluso, en ese entonces la agrupación «Ciudadanos por la Memoria» pidió una audiencia con Larrañaga, la que fue negada en esa época debido a que su agenda se encontraba comprometida con actividades previamente programadas. Ante la negativa, en 2016 realizaron una funa en las afueras del recinto de la Armada.
Ahora, un año después de la funa y a tres de la primera carta, el abogado y candidato a diputado explicó a Publimetro que a través de una nueva misiva, enviada igualmente al actual comandante en jefe Julio Leiva, «le pedimos a la Presidenta que corrija este error, porque el monumento conmemora al principal cabecilla del Golpe de Estado y alto mando en las violaciones de derechos humanos que ocurrieron en la armada, que fueron bastantes. Es vergonzoso que se de homenaje a un golpista y violador de derechos humanos».
Desde la Armada se dieron enterados de esta situación pero hasta el momento de publicación no dieron una respuesta oficial.
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