“De nuestros labios sólo deben salir palabras de amor y nunca de odio”, fue parte del discurso que entregó durante la jornada de este lunes en La Moneda el capellán evangélico Eduardo Cid. Con ello buscaba hacer un gesto al Gobierno para evitar que las relaciones entre el Ejecutivo y la Iglesia Evangélica terminen quebradas, tras la polémica ocurrida este domingo durante el Te Deum organizado por autoridades de esa fe.
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Sus palabras fueron dichas en la ceremonia que encabezó Bachelet en La Moneda, para recordar nuevamente el golpe de Estado de 1973 y que provocó la llegada de la Dictadura Militar. En ese contexto, como una forma de hacer las paces con el Gobierno, sus palabras pueden ser leídas como una condena a las palabras que dijo el domingo el pastor Eduardo Durán Salinas, criticando a la Mandataria.
«Se nos enseña a todos los que somos cristianos que todo lo que fluya de nuestros labios debe ser un sinnúmero de elogios y también de amor, pasando por la persuasión, pasando por muchas etapas de la vida, pero nunca de la condenación», agregó el capellán haciendo clara referencia a lo dicho este domingo por el pastor Eduardo Durán Salinas
Cabe señalar que durante la ceremonia de este domingo, Durán -que es candidato a diputado por RN por el distrito 13- dijo que «los movimientos minoritarios han logrado instaurar una agenda que ni siquiera cuenta con el respaldo mayoritario de la ciudadanía. Identidad de Género, matrimonio igualitario, despenalización del aborto son leyes que no representan nuestros valores cristianos», cuestión que fue rechaza por el Gobierno.
Por ello, las palabras del capellán fueron bien recibidas por el Ejecutivo.