La ONU abre este martes su 72ª Asamblea General con toda la atención centrada en Corea del Norte, el acuerdo nuclear con Irán, el «colapso» de Venezuela y la participación de Donald Trump, quien delineará su visión del mundo.
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El presidente estadounidense hará su primer pronunciamiento ante la ONU y, según allegados, pasará revista durante una media hora a los principales factores de inestabilidad global y presentará la posición de Washington para cada uno de esos escenarios críticos.
Como todos los años, la Asamblea General será abierta por el representante de Brasil, aunque el presidente Michel Temer llega a la cita acorralado por escándalos y denuncias mientras busca recuperar la mayor economía latinoamericana, y posteriormente será Trump quien ocupe el estrado.
En la compleja agenda de temas urgentes, la agudización de las tensiones con Corea del Norte ocupa un lugar preferencial: Trump ya alertó que el gobierno de Pyongyang corre el riesgo de enfrentar «fuego y furia», después de varias pruebas con misiles, dos de los cuales atravesaron el espacio aéreo de Japón.
Un funcionario de la Casa Blanca adelantó también que el mandatario formulará un llamado a la comunidad internacional para auxiliar en un nuevo acuerdo para bloquear el camino de Irán hacia el desarrollo de un armamento nuclear.
La caja de Pandora
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, presionó a Trump a abandonar el acuerdo multilateral firmado con Irán en 2015, aunque el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se empeña públicamente en convencer a la Casa Blanca a respetar la vigencia del entendimiento.
Una fuente de la delegación francesa alertó que en un contexto ya agravado por la tensión con Corea del Norte, romper el acuerdo multilateral con Irán «abriría una caja de Pandora» en las relaciones internacionales.
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En un evidente aumento de tono, la embajadora de estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, acusó a Irán de tratar de utilizar el acuerdo para mantener «al mundo entero como rehén», pero el máximo líder iraní, el ayatolá Alí Jamenei, adelantó que su país no cederá a las «intimidaciones» de Washington.
Otro asunto de extrema urgencia que acapara la atención en la cumbre de la diplomacia es la situación de la comunidad de musulmanes rohinyás, en Birmania, que son objeto de feroces acciones del ejército que provocaron una huida en masa hacia Bangladés.
En general, Trump deberá explicitar su visión de la realidad mundial con una advertencia clara a las «naciones fuera de control que amenazan la estabilidad mundial y la paz», de acuerdo con un funcionario estadounidense.
Foco regional en Venezuela
En el ámbito latinoamericano, las preocupaciones se centran en la situación en Venezuela.
El tambaleante gigante petrolero sudamericano fue el punto central de conversación durante una cena que Trump mantuvo el lunes con los presidentes Michel Temer (Brasil), Juan Manuel Santos (Colombia) y Juan Carlos Varela (Panamá), todos firmes críticos del gobierno de Caracas.
«El pueblo venezolano está muriendo de hambre, su país está colapsando», expresó Trump.
En tanto, Varela dijo a la prensa que los participantes en la cena acordaron «la coordinación de acciones para asegurar que se respete la voluntad del pueblo de Venezuela, y que en el 2018 haya elecciones democráticas y se respete la voluntad popular».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no estará presente en la Asamblea General de la ONU, y su país será representado por el canciller, Jorge Arreaza.
El peruano Pedro Pablo Kuczynski, el cubano Raúl Castro, el mexicano Enrique Peña Nieto y el argentino Mauricio Macri tampoco acuden a la cita, y serán representados por sus ministros de Relaciones Exteriores o vices.
Este martes también ocuparán el estrado los representantes de Francia, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Bolivia y Honduras, entre otros.