Hay piezas que definen momentos de alegría y festejo, otorgándoles un sello inolvidable. Pero en contextos como el reciente terremoto de México, esas mismas piezas mueven la fibra de quienes trabajan sin descanso, para rescatar con vida a seres humanos presos de los escombros de estructuras colapsadas.
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Tal es el caso de «Cielito Lindo», pieza compuesta en 1882 por Quirino Mendoza y Cortés y que en las redes sociales ha conmovido a miles de personas.
«Ay, ay, ay: canta y no llores», entonan en una especie de mariachi popular decenas de personas que intervienen en labores de rescate, como para darse ánimo y en la esperanza de que su canto anime a las víctimas atrapadas.
Según Wikipedia, «la canción es un símbolo informal de México, especialmente en el extranjero, donde grupos de mexicanos cantan para identificarse como tales (como ocurre, por ejemplo, durante las copas mundiales de fútbol o los juegos olímpicos)».