Donar órganos es un acto de generosidad y una oportunidad para compartir vida. Pero aún así, y pese a las campañas realizadas para crear conciencia, nuestra tasa de donantes es muy baja.
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Chile tiene una lista promedio de 1.800 pacientes esperando un órgano y una tasa de donación de entre 120 y 125 donantes al año. Llegar al promedio de Latinoamérica sería histórico: unas 170 donaciones anuales.
¿Por qué no donamos?
La gran barrera que frena es la familia. La mitad de ellas no aceptan donar los órganos de sus familiares en casos de muerte cerebral. Cuando las familias reconocen haber conversado, la donación se eleva considerablemente sobre un 80%.
Según la Ley de Donante Universal, todos son donantes. Salvo que uno deje constancia notarial de su voluntad de no serlo. El tema es que quien debe autorizar en el momento del procuramiento, es la familia y ahí se produce la negativa en más de la mitad de los casos por diversos motivos.
Certezas para donar
Para que se determine que una persona puede donar sus órganos, el Dr. Pablo Pizzi, coordinador de la Unidad de Urología en Clínica Tabancura y anteriormente procurador, es claro al señalar que “si se demuestra la ausencia total e irreversible de todas las funciones cerebrales, producto de accidente cerebro vascular o traumatismo, se procede a la realización de exámenes clínicos y de laboratorio que establecen la certeza diagnóstica absoluta”.
Todo lo anterior, debiendo ser acreditado por un equipo de médicos que no pueden formar parte del equipo que va a efectuar el trasplante y donde al menos uno de sus integrantes debe ser Neurólogo o Neurocirujano.
Aumentan porcentajes, pero los números siguen bajos
En comparación al año pasado, y fruto de diversas campañas de interés público, la cantidad de donantes en nuestro país aumentó. En datos porcentuales, el aumento fue de un 55%.
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Pero llevándolo a datos duros, los trasplantes que se han logrado son aproximadamente 253, lo que también representa un aumento de un 62% respecto del año anterior.
Dudas sobre la donación
Para despejar dudas que siempre están rondando, el Dr. Pizzi entregó información clave para ayudar en la importante decisión de inscribirse como donante:
- No existe edad mínima o máxima, los donantes de órganos puede ser personas de cualquier edad que estén en condición de muerte cerebral.
- La condición primordial que debe presentarse para convertirse en donante es haber establecido en vida su voluntad para serlo.
- En caso de existir dudas respecto a la calidad de donantes del paciente, se deberá consultar a las siguientes personas en el orden que se señalan:
- a) Cónyuge o persona que convivía con el paciente, en relación de tipo conyugal.
b) Cualquiera de los hijos mayores de 18 años.
c) Cualquiera de los padres.
d) El representante legal, el tutor o el curador.
e) Cualquiera de los hermanos mayores de 18 años.
f) Cualquiera de los nietos mayores de 18 años.
g) Cualquiera de los abuelos.
h) Cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive.
i) Cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive.
- a) Cónyuge o persona que convivía con el paciente, en relación de tipo conyugal.
- b) Cualquiera de los hijos mayores de 18 años.
- c) Cualquiera de los padres.
- d) El representante legal, el tutor o el curador.
- e) Cualquiera de los hermanos mayores de 18 años.
- f) Cualquiera de los nietos mayores de 18 años.
- g) Cualquiera de los abuelos.
- h) Cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive.
- i) Cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive.
- Sólo no podrán ser donantes aquellas personas que sean portadores de enfermedades potencialmente transmisibles al cuerpo del receptor como cáncer o infecciones.
- Los órganos y tejidos que son potencialmente trasplantables son: corazón, riñones, hígado, pulmones, páncreas, intestino, córneas, huesos, y piel.
En la misma línea, el especialista es claro al especificar algunos temas que se han vuelto mito en torno a este tema:
- Ningún médico dejará de realizar todos los esfuerzos necesarios para lograr salvar tu vida.
- La situación económica del paciente no determina la rapidez o designación del trasplante.
- La familia es siempre la que tiene la última palabra. Es de suma importancia conversar acerca del tema con los seres queridos.
- Los costos del trasplante son costeados por el sistema de salud al que esté afiliado el receptor.
- La familia del donante nunca sabe quién finalmente recibió el órgano de su ser querido y el receptor tampoco conoce a su donante.
Finalmente, lo más importante es conversar con la familia y manifestar la voluntad de ser donante. «Este es el primer gran paso para ser parte de esta gran cadena de esperanza que se va expandiendo por nuestro país», concluyó el especialista.