Justin McCarter era el entrenador del equipo de fútbol americano de la secundaria South-Doyle High School en Knoxville, Tenesse, Estados Unidos, y tenía un problema con uno de sus jugadores estrella: realizaba constantemente actos de mala de conducta.
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Para hacer frente a esto, el coach optó por llevar al joven de 16 años a vivir a su casa, la que compartía con su esposa Kelsey McCarter, de 25 años, y así tratar de enrielar a este adolescente. Mala jugada del entrenador, pues su señora no solo empezó a acosar al joven, sino que también lo violó.
Esto ocurrió en 2015 y recién ayer, la mujer ahora de 27 años se declaró culpable de la violación y de seis cargos más de abuso infantil. La Justicia la condenó a una pena reducida de tres años de cárcel, dado que cooperó en el juicio. McCarter, incluso, podría salir libre tras cumplir un año de pena efectiva.
La mujer mantuvo relaciones sexuales con el menor en muchas ocasiones entre febrero y diciembre de 2015, y mientras el joven asistía a clases, ella le mandaba fotos eróticas. El hecho estalló cuando la madre del adolescente se percató de estos hechos.
