El pasado 3 de septiembre, un joven de 20 años acudió al servicio de urgencia del centro de salud de Sant Salvador en Barcelona por un fuerte dolor abdominal.
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El diagnóstico fue de gastroenteritis y fue dado de alta. Nueve días después, y ante un dolor que aumentaba, se dirigió otra vez al hospital, ahora al Sant Joan de Déu de Manresa.
Nuevamente el joven fue enviado a casa, claro que los doctores le dijeron que el estreñimiento era la causa de sus dolencias, según señala El País.
El 15 de septiembre un nuevo médico lo vio en urgencias. Una radiografía y otros exámenes para el muchacho. La respuesta no varió: estreñimiento y de vuelta a la casa.
Por cuarta ocasión llegó hasta un hospital el día 19 porque no aguantaba los dolores. La doctora que lo vio la primera vez ratificó el último diagnóstico y le dio un laxante.
Al día siguiente el joven no aguantó más, se derrumbó en su hogar y llegó en estado crítico al centro asistencial. Los doctores poco pudieron hacer y a pesar de operarlo dos veces terminó muriendo unos días después debido a una peritonitis.
El caso desató fuertes cuestionamientos y el Departamento de Salud inició una investigación para determinar las responsabilidades en su muerte.