Rusia destruyó hoy su última partida de armas químicas en una ceremonia a la que asistió una delegación de la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
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«Se puede decir sin alardear que es realmente un acontecimiento histórico, teniendo en cuenta los arsenales de armas químicas que heredamos de los tiempos soviéticos, con los que se habría podido destruir varias veces toda la vida de la Tierra», dijo el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en vídeo conferencia con la planta Kizner, en la región rusa de Udmurtia.
El jefe del Kremlin destacó que Rusia ha cumplido con sus compromisos para la destrucción de todas sus armas químicas tres años antes de lo previsto.
Sin embargo, el Gobierno ruso tenía previsto destruir todo su arsenal químico en 2012, pero debido a la falta de financiación tuvo que posponerlo hasta este año.
Putin recordó que Rusia fue uno de los primeros países en firmar la Convención sobre Armas Químicas, en vigor desde 1997, y subrayó el esfuerzo económico que ha costado llevar a cabo la destrucción de todos los arsenales.
En un principio, la Convención sobre Armas Químicas comprometía a los 188 países que la han suscrito (entre los que no figura Corea del Norte) a desmantelar todo su armamento químico antes de abril de 2012.