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El huracán María que devastó Puerto Rico es comparable por la magnitud de su destrucción a los peores desastres naturales que se han registrado en territorio de Estados Unidos, según el director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) para el Caribe, Alejandro de la Campa. La devastación provocada por María solo la ha visto en fenómenos como el huracán Katrina, que en 2005 devastó el sur de Estados Unidos, y que las ayudas superarán con toda seguridad los 2.300 millones de dólares que en 1998 recibió Puerto Rico tras el paso del ciclón Georges.
Ahora el principal reto para que Puerto Rico pueda seguir adelante es recuperar las comunicaciones telefónicas, el servicio de electricidad y la distribución de combustible para que pueda llegar a las estaciones de gasolina, en las que miles de personas se agolpan todos los días.
Varios países y organizaciones internacionales han manifestado su interés de enviar suministros a Puerto Rico, pero todos se han enfrentado con un insólito obstáculo: sus barcos no pueden atracar en la isla.
Esas restricciones datan de una legislación conocida como Ley Jones, aprobada hace aproximadamente un siglo, que exige que las mercancías trasladadas entre puertos estadounidenses los sean en naves estadounidenses explotadas por un operador estadounidense. El objetivo de la norma era impedir que los barcos con pabellón extranjero llevaran ayuda a territorio estadounidense.
El presidente estadounidense, Donald Trump, flexibilizó las restricciones en materia de transporte marítimo para poder acelerar la ayuda a Puerto Rico, territorio estadounidense arrasado la semana pasada por el huracán María y donde hay dificultades para que llegue la ayuda, anunció el jueves la Casa Blanca. «Eso entrará en vigor inmediatamente», precisó a la AFP, Sarah Huckabee Sanders, portavoz del Ejecutivo estadounidense.
Donald Trump irá el martes a Puerto Rico en un intento por acallar las críticas sobre la lentitud de la ayuda de la administración a la isla devastada por el huracán María.
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El presidente es acusado sobre todo de considerar a los 3,4 millones de habitantes de la isla como ciudadanos de segunda categoría cuando los puertorriqueños tienen ciudadanía estadounidense aunque no el derecho de voto. Según sus detractores, la ayuda federal llegó más rápido a Texas y Florida, afectados respectivamente por los huracanes Harvey e Irma a fines de agosto y principios de septiembre.
Una semana después del pasaje de María, la ayuda llega muy lentamente a la isla, que tiene problemas de suministro de agua potable, electricidad y gasolina. Las operaciones de limpieza también se ponen en marcha con lentitud. Largas filas se forman cada día frente a los comercios, donde el agua, el combustible y el hielo están racionados.
Las condiciones de vida en Puerto Rico, devastado por el huracán María, empeoran cada día, con habitantes cansados y desconcertados que hacían filas este domingo para comprar los escasos víveres y combustible, en medio de cortes de energía y con un pobre servicio telefónico.
Los puertorriqueños pasan horas en interminables filas para comprar lo que puedan, aunque muchas veces terminan volviendo a casa con las manos vacías si no logran abastecerse antes de que comience el toque de queda, que rige por estos días desde el anochecer hasta el amanecer.
Un total de 25 personas han sido arrestados por saqueos a comercios en Santurce, Miramar y Puerto Nuevo (San Juan), Bayamón y Humacao, según reportó la Policía este lunes.
La mayoría de los saqueos ocurrió en estaciones de gasolina y pequeños mercados. Recordemos que Puerto Rico está actualmente bajo toque de queda indefinido para mantener la seguridad, entre las 7:00 de la noche y las 5:00 de la madrugada.