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Las otras cosas que las mujeres no pueden hacer al igual que los hombres en Arabia Saudí

A pesar de la anulación de la prohibición que impedía a las saudíes conducir, ellas siguen sometidas a reglas mucho más severas.

Las mujeres en Arabia Saudí no llevan una vida fácil. A pesar que se anuló la prohibición a conducir vehículos que pesaba sobre ellas, siguen sometidas a restricciones mucho más severas aún, profundamente arraigadas en un país musulmán y ultraconservador.

El sistema de tutela mantiene encadenadas a las mujeres, que están obligadas a solicitar la autorización de un miembro masculino de su familia para realizar gestiones de la vida cotidiana.

La semana pasada se abrió una pequeña brecha en este rígido sistema, cuando las mujeres fueron autorizadas por primera vez a celebrar la fiesta nacional saudita en un estadio de Riad. Lo hicieron en un sector reservado a las familias, en tanto se dispuso otro para los hombres solos.

1.- Elegir marido

Además de la prohibición, vigente en la mayoría de los países árabes, de no poder casarse con hombres que no sean musulmanes, el Comité permanente para las investigaciones islámicas y la emisión de fatuas -un organismo oficial- decidió que una mujer sunita no puede contraer matrimonio con un «hombre chiita o comunista (ateo)».

Otras restricciones han sido levantadas, aunque sólo en teoría, puesto que siguen siendo aplicadas en los medios más conservadores de este país con más de 31 millones de habitantes.

2.- Operarse

El sistema de tutela mantiene encadenadas a las mujeres, que están obligadas a solicitar la autorización de un miembro masculino de su familia para realizar gestiones de la vida cotidiana.

En la práctica, esto significa que una mujer puede encontrarse en la obligación de pedir permiso a su hermano menor para someterse a una intervención quirúrgica.

3.- Viajar

De la misma forma que el punto anterior, las saudíes deben pedir la autorización a su «tutor» para poder realizar un viaje al exterior.

4.- Interactuar con hombres

Por lo general, las mujeres no pueden interactuar con otros hombres que no sean familiares, so pena de ser enviadas a prisión. Inclusive, una vez cumplida la condena, si su tutor masculino no firma la orden de liberación quedan a cargo del Estado.

5.- Estudiar y Trabajar donde quieran

En el país no es mirado con buenos ojos que las mujeres trabajen o estudien, no obstante, no está totalmente prohibido. Aún están sometidas a la tutela de un hombre de su familia -generalmente el padre, el marido o el hermano- para estudiar y hay muchas carreras universitarias y profesiones que les están vetadas por ley.

En mayo, el rey Salmán ordenó a la administración permitir a las mujeres realizar gestiones sin el permiso de un tutor, pero dentro de los límites fijados por la sharia (ley islámica).

La administración ya no tiene necesidad del permiso de un tutor para que las mujeres puedan trabajar, pero los empleadores continúan solicitándolo, a pesar de que el plan de reformas «Visión 2030» estimula la contratación de mujeres.

6.- Vestirse a su gusto

El código vestimentario del reino exige a las mujeres cubrirse desde la cabeza a los pies.

No obstante, en Riad algunas saudíes han comenzado a destaparse el rostro, un cambio en la capital conservadora donde la mayoría de ellas sólo muestran los ojos.

Las mujeres extranjeras, antes obligadas a portar velo, ahora pueden circular en lugares públicos vistiendo una simple abaya (túnica larga).

7.- Tener un  juicio justo

Los testimonios de las mujeres no tienen el mismo valor que los de los hombres, ya que el de las mujeres solo vale la mitad de acuerdo a su sistema legal según indicó el diario The Independent.

8.- La custodia de sus hijos

El cuidado de las mujeres a sus hijos en casos de divorcio se restringe a lo meramente práctico, ya que sólo se les permite la custodia hasta que llegan a la edad de siete años en el caso de niños y a los nueve en el caso de las niñas de acuerdo al medio británico.

9.- Entrar a lugares religiosos

Las saudíes tienen prohibido entrar a lugares sagrados islámicos y los cementerios. De esta manera no pueden asistir a los funerales de sus seres queridos para despedirlos.

10.- Recuperar su libertad

Quizá esta es la peor de todas las prohibiciones, ya que mantiene la sumisión de las mujeres saudíes por ley. Con pena de cárcel esta sancionada cualquier contravención que detecte la policía religiosa, desde el no cumplimiento del código de vestimenta hasta el diálogo con un hombre que no sea su mahram.

 

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