Aviones en el sueño, satélites fuera de órbita sin funcionar, la vida marina devastada y las personas en riesgo por largo tiempo. Así de apocalíptico sería el escenario de acuerdo a un grupo de expertos, si es que el líder de Corea del Norte, Kim Yong-un decide llevar adelante la prueba de su bomba nuclear en el Océano Pacífico.
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El análisis fue realizado luego que el canciller norcoreano, Ri Yong-ho, insinuara la posibilidad de realizar la prueba a periodistas en Nueva York tras las duras sanciones de la ONU.
«Podría ser la detonación más poderosa de una bomba de hidrógeno en el Pacífico», dijo Ri la autoridad en esa oportunidad.
Si bien, los expertos citados por el diario estadounidense New York Post, no llegan a un acuerdo sobre la posibilidad de que la prueba se materialice, si coinciden en que los efectos serían realmente nocivos para el mundo.
El profesor de Matemáticas de la Universidad de Nueva York, Oliver Buhler, sostuvo que una explosión de una bomba de hidrógeno como la que tendría Kim Jong-un produciría “un montón de ondas, fuertes olas”. El especialista agrega que esta prueba irradiaría hacia el exterior de la Tierra «más de 140 kilotones de energía».
Buhler dijo que las olas se dispersarían y que la bomba actuaría más como una tormenta extensa y que los efectos de la radiación podrían continuar durante años después de la explosión.
Por su parte el analista espacial australiano, doctor Morris Jones, precisa que los efectos electromagnéticos serían catastróficos, especialmente si la prueba se realiza sin aviso.
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“La electrónica en los aviones fallaría, causándolos caer del cielo mientras que los satélites en órbita baja de la tierra serían impactados. Eso es incluso antes de considerar los efectos sobre el océano y la vida marina que sería muy grave”.
Pero por qué Corea del Norte haría la prueba en el Pacífico, según los analistas tiene que ver netamente con el espacio para realizarla. Es decir, buscaría que la ojiva viajara por un terreno más extensa, simulando un ataque.
Cabe mencionar que Corea del Norte ha llevado a cabo seis ensayos nucleares, todos los cuales han tenido lugar en su sitio Punggye-ri en el noreste del país. La última, que tuvo lugar el 3 de septiembre, fue considerada como la más poderosa aún.
Los grupos de monitoreo estiman que la prueba tuvo un rendimiento de 259 kilotones, que es 16 veces el tamaño de la bomba que destruyó Hiroshima en 1945.