El caso del «ataque acústico» que sufrieron algunos miembros de la embajada de Estados Unidos en Cuba continúa tomando proporciones mayores. Este viernes se conoció que el gobierno estadounidense habría ordenado el retiro del 60 por ciento de su personal en La Habana debido a «ataques específicos» contra diplomáticos estadounidenses, según altos funcionarios estadounidenses citados por Infobae.
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En una nota oficial, el Secretario de Estado Rex Tillerson afirmó que Washington «mantiene» sus relaciones diplomáticas con Cuba pero adelantó que el caso será «agresivamente investigado» hasta que quede resuelto.
Por su parte, Cuba consideró la decisión como «precipitada y va a afectar las relaciones bilaterales», señaló la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, en declaraciones divulgadas por el telediario local.
Anteriormente, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, anunció el domingo 17 de septiembre que Estados Unidos «está evaluando» un posible cierre de su embajada en Cuba tras los misteriosos ataques, que han afectado por lo menos a 21 de sus funcionarios.
La posibilidad «está siendo evaluada. Se trata de un asunto muy serio por el daño que algunos individuos han sufrido. Algunos de ellos han sido repatriados», declaró el jefe de la diplomacia, en entrevista con CBS.
Incidentes
De acuerdo con la versión de Cuba, el pasado 17 de febrero el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores (Minrex) fue informado por la Embajada de EEUU en La Habana y el Departamento de Estado “sobre la presunta ocurrencia de incidentes que causaron afecciones a algunos funcionarios de esa sede diplomática y sus familiares”.
El 23 de mayo Washington retiró a dos de sus funcionarios de Cuba y a principios de agosto indicó que expulsó a dos diplomáticos cubanos de su territorio con motivo de “incidentes que causaron varios síntomas físicos” a estadounidenses que trabajaban en la embajada de Estados Unidos en La Habana.
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En respuesta, el Gobierno de Cuba aseguró que “jamás ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción” y se mostró dispuesto a cooperar para esclarecer el caso.
La embajada estadounidense en La Habana reabrió sus puertas en 2015 bajo la administración del presidente demócrata Barack Obama, tras medio siglo de ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.