El líder mundial del motor, Toyota, pone este martes fin a la producción de vehículos en Australia con el anunciado cierre de su planta en la ciudad de Melbourne, en el sureño estado de Victoria.
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«Es un día muy trágico para Victoria porque hoy se marca el fin de la industria de fabricación de coches… Una industria que ha estado operando durante más de 90 años», dijo el representante del Sindicato Manufacturero Australiano Dave Smith a periodistas congregados fuera de la planta de Altona North.
La empresa japonesa, que comenzó a ensamblar coches en Australia en 1963, anunció en 2014 su decisión de poner fin a la producción de vehículos y motores en el país oceánico debido las dificultades del mercado local y el encarecimiento de su moneda.
Ford, que fue la primera empresa en producir en Australia en 1925, y General Motors, habían anunciado el cese de su producción el año anterior.
La Ford cerró el año pasado y General Motors (Holden) lo hará a finales del mes, respectivamente.
El sindicato del sector teme que unos 2.600 trabajadores no podrán ser capaces de encontrar trabajo a pesar del programa de capacitación implementado por la empresa.
Smith indicó que solo la mitad de los trabajadores de Ford que perdieron sus trabajos cuando la planta cerró el año pasado han podido encontrar un empleo a tiempo completo, según la agencia local AAP.