Los jóvenes jefes de hogar en nuestro país nunca han tenido un porcentaje mayoritario. Sin embargo, en 1990 representaban un 12,4% de las jefaturas de hogar (jóvenes de entre 12 y 29 años), porcentaje no menor. El primer gran salto se dio en la primera década donde se pasó a un 8,8% en el 2000. En la última medición (2015) representan un 7,7%.
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Esto ha traído consigo otros cambios, como por ejemplo, aquellos relacionados con los tipos de relaciones de las nuevas familias chilenas. A medida que ha disminuido la cifra de matrimonios celebrados, aumentan las parejas que optan por convivir.
¿Qué es lo que define a un jefe de hogar?
Un jefe de hogar es aquella persona que es el principal sustento de un hogar. Ya sea grupo familiar o persona soltera que habita sola en determinado lugar. Cuando se trata de grupo familiar, éste puede estar compuesto por matrimonio, convivencia u otro tipo de parentesco o relación.
Pese a que las relaciones de pareja formales, ya sea a través del matrimonio o de convivencia, han disminuido con el paso de los años en toda la población, este tipo de relaciones siguen estando más presentes en la población mayor de 30 años.
Al analizar el detalle de estas relaciones en la población juvenil (de 15 a 29), el segmento entre 25 y 29 años, son los que más se casan y conviven. «Esto responde a dos fenómenos», señaló a Publimetro la psicóloga de la Universidad del Pacífico, Sofía Fiedler. «Uno, es que los jóvenes están retrasando todo. Se independizan más tarde, en parte por los costos y por temor a las responsabilidades que trae sostener un hogar», señaló.
Convivencia vs matrimonio
El segundo punto destacado por Fiedler fue la convivencia como un periodo de prueba. «Los jóvenes en su mayoría están conviviendo. Pero que aquellos que finalmente se casaron, es muy probable que convivieran primero», señala.
«Existe temor a enfrentar la vida adulta y el compromiso. Prefieren asegurarse, probando como funcionan conviviendo. Además, ese tipo de relaciones son más fáciles de deshacer que un matrimonio por todo el tema legal», señaló la psicóloga de la UPA.
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Al analizar las cifras entregadas por Casen, los matrimonios pasaron de un 27,9% en 1990, en jóvenes entre 15 y 29 años, a un 4,9% en 2015. Mientras que por otra parte, las convivencias pasaron de un 4,2% en 1990 a un 16,1% en 2015 para el mismo rango de edad.
Hay algo que no ha cambiado en este sentido, tanto las cifras de matrimonio como de convivencia siguen siendo superiores en mayores de 30. En 1990 un 5,5% era conveniente o pareja y un 67,8% estaba casado. En el 2015, en ese mismo grupo, un 47,3% está casado y un 15,4% convive.