El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics prevé un beneficio operativo de unos 14,5 billones de wones (unos 12.787 millones de dólares) para el tercer trimestre, lo que supondría un 279 por ciento interanual más.
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La cifra implicaría de este modo una nueva ganancia operativa récord para el periodo julio-septiembre.
La empresa con sede en Suwon (al sur de Seúl) calcula además que su facturación alcanzará en torno a 62 billones de wones (54.700 millones de dólares), un 29,65 por ciento más que en julio-septiembre de 2016.
La ganancia operativa de Samsung se situó dentro de los márgenes previstos por la mayoría de los analistas, que desde hace semanas venían anticipando que multiplicaría por más de tres su ganancia para obtener una nueva cifra récord.
Como es habitual, Samsung no anunció en su informe de previsiones sus cálculos para el beneficio neto y tampoco desgranó sus cifras por divisiones de negocio.
Sin embargo, se espera que un trimestre más haya sido su rama de chips la que haya impulsado el rendimiento de la compañía, cuya altísima rentabilidad está ya virtualmente por encima de la de la estadounidense Apple.
Los analistas consideran que las ventas de memorias NAND y DRAM volvieron a aumentar este trimestre en un marco de enorme demanda, lo que hizo a su vez subir los precios de estos productos por encima del 5 por ciento en algunos casos.
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A los buenos datos del tercer trimestre habrían contribuido además las buenas ventas de los nuevos móviles estrella de la compañía, el Galaxy S8 y el Galaxy Note 8.
Samsung tiene previsto presentar sus resultados financieros para julio-septiembre a finales de este mes.
Vicepresidente renuncia
Luego de conocerse estas previsiones, el consejero delegado y vicepresidente de la compañía, Kwon Oh-hyun, anunció que no renovará su mandato, que expira en marzo de 2018.
A punto de cumplir 65 años, Kwon ha encabezado al gigante tecnológico desde que en febrero el heredero del imperio Samsung, Lee Jae-yong, fuera detenido por su implicación en el caso de corrupción de la «Rasputina» -que terminó con la caída de la presidenta de Corea del Sur- y condenado posteriormente a cinco años de prisión.
«Dado que nos enfrentamos a una crisis sin precedentes interna y externa, creo que ha llegado el momento para que la compañía vuelva a empezar de cero», dijo Kwon.
«Es algo en lo que he estado pensando durante bastante tiempo. No ha sido una decisión fácil, pero siento que no puedo aplazarla más», ha explicado en un comunicado remitido por la compañía.
El ejecutivo añadió que «dado que nos enfrentamos a una crisis sin precedentes interna y externa, creo que ha llegado el momento para que la compañía vuelva a empezar de cero, con un espíritu nuevo y un liderazgo joven que responda a los desafíos que se plantean en las rápidamente cambiantes industrias de las tecnologías de la información», añade.