El presidente estadounidense, Donald Trump, pedirá al Congreso que marque límites unilaterales o «líneas rojas» al acuerdo nuclear alcanzado con Irán en 2015, mediante una enmienda de ley que establezca que, si Teherán comete ciertas acciones, EEUU le impondrá automáticamente sanciones.
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El mandatario también abrirá la posibilidad de negociar, con Irán y las otras cinco potencias firmantes del pacto, un acuerdo paralelo que haga frente a las «deficiencias» que, a su juicio, tiene el arreglo actual, según adelantó el secretario de Estado, Rex Tillerson, antes del discurso que dará hoy el mandatario.
«El presidente ha llegado a la conclusión de que no puede certificar que el levantamiento de sanciones que se ha otorgado (a Irán) fuera proporcionado en relación con el beneficio» que supone el acuerdo, afirmó Tillerson.
Tras la firma del acuerdo nuclear con Irán, el Congreso estadounidense aprobó una ley, conocida por sus siglas en inglés INARA, que exige al presidente estadounidense certificar cada 90 días si Teherán está cumpliendo con el pacto y si el arreglo favorece el «interés nacional» de Estados Unidos.
«Tres alternativas»
Trump anunciará en su discurso de las 12:45 hora local (16:45 GMT) que, aunque técnicamente cree que Irán está cumpliendo el acuerdo nuclear, considera que este no está en el interés nacional de EEUU.
Pero Trump no recomendará al Congreso ninguna de esas opciones, sino una tercera vía, que consiste en «enmendar la ley INARA para añadirle líneas rojas muy firmes». «Si Irán cruza alguna de estas líneas rojas, las sanciones vuelven inmediatamente a aplicarse», indicó Tillerson.
Esa determinación abre «tres alternativas», según Tillerson, de las cuales la primera es «que el Congreso no haga nada» y la segunda es que decida volver a imponer las sanciones al programa nuclear de Irán que Estados Unidos levantó como parte del pacto multilateral.
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«Volver a imponer las sanciones enviaría, en efecto, el mensaje de que nos vamos del acuerdo», reconoció el secretario de Estado.
Pero Trump no recomendará al Congreso ninguna de esas opciones, sino una tercera vía, que consiste en «enmendar la ley INARA para añadirle líneas rojas muy firmes». «Si Irán cruza alguna de estas líneas rojas, las sanciones vuelven inmediatamente a aplicarse», indicó.
Esos «detonantes» que Estados Unidos impondría unilateralmente tendrían que ver «con el acuerdo nuclear en sí, pero también con cosas como el programa de misiles balísticos» iraní, agregó.
Otras peticiones
Trump también pedirá al Congreso que actúe para provocar que «no haya fecha de caducidad» para las restricciones impuestas sobre el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones, que en algunos casos expiran después de entre 10 y 25 años.
Además, el mandatario pedirá a sus socios en el acuerdo nuclear (Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia e Irán) que abran un debate sobre ciertas «áreas que no se afrontaron en el pacto», dijo Tillerson, sin precisar qué asuntos incluiría ese acuerdo paralelo.
Dado que renegociar el pacto de 2015 es «poco probable», porque «Irán no se va a prestar» a ello, Estados Unidos quiere crear «un nuevo acuerdo que no reemplace al nuclear pero sí afronte esos temas y se mantenga en paralelo» al arreglo anterior, explicó.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que ya ha planteado esa posibilidad a sus homólogos de Francia, Alemania y el Reino Unido; aunque reconoció que es posible que Irán responda «que no está interesado en hablar» ni en negociar nada más.