Cerca de un 5,5% de la población infantil puede padecer algún tipo de alergia alimentaria, cuyos principales causantes son los alimentos procedentes de la leche, la fruta, el huevo, el pescado, los frutos secos y el trigo, según cifras entregadas por el Ministerio de Salud.
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De acuerdo a los datos entregados por la cartera y dados a conocer por Punto de Nutrición –un centro especializado en el tratamiento de la obesidad y control de peso-, además de ser una enfermedad invalidante en muchos casos para los menores y la familia, un niño con alergia alimentaria puede gastar hasta $400 mil mensuales solo en la leche.
De ahí que este año el Minsal dispuso de 20 mil millones de pesos para el programa de alergia a la proteína de la leche de vaca con el fin de mitigar los gastos de cientos de familias chilenas.
Síntomas
La nutricionista Daniela Gómez, especialista de Punto de Nutrición, señaló que “algunos de los síntomas para detectar si un menor tiene alguna alergia o intolerancia a algún alimento son la hinchazón, especialmente cerca de la boca, dificultad al tragar, dolor abdominal, cólicos, diarrea, náuseas y vómitos”.
En tanto, en cuanto a las manifestaciones cutáneas, el niño puede comenzar con aparición de urticaria local o generalizada, eritema o habones en la piel, dermatitis, y por la parte del sistema respiratorio, puede aparecer asma y rinitis.
“Yo les recomiendo a los padres una alimentación controlada fundamentalmente durante los primeros seis meses de vida (según la OMS), ya que es esencial para evitar estas alergias que se desarrollan en edades posteriores”, indicó Gómez.
“Este control viene dado principalmente con aquellos alimentos ricos en proteínas que se asocian a un mayor riesgo de sufrir alergias alimentarias. Esto es, porque las proteínas son más susceptibles de provocar una reacción inmune y producción de anticuerpos”, añadió.
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Dieta en tres pasos
Para la nutricionista existen pautas de alimentación equilibrada para prevenir las alergias alimentarias y que también se rigen por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), que se basa en un control de tres pasos.
“Es muy importante que el periodo de lactancia materna sea exclusiva, desde el nacimiento hasta los 4 o 6 meses y, mientras más tiempo es mucho mejor. Luego de la incorporación de alimentos deben ser uno a uno. Recomiendo comenzar con frutas como plátano, manzana y pera, ya que los niños aceptan mejor el sabor, ya que prefieren primero lo dulce antes que lo salado. Luego seguir con las verduras como zapallo amarillo, papa, zanahoria y espinaca. Todo cocido y sin añadir sal, condimentos ni endulzantes”, acotó.
Para los padres de los niños que ya sufren de alguna alergia alimentaria, la recomendación, explicó Gómez, es “mejor retirarle ese alimento, puesto que al ser tan pequeño puedo ser peligroso y no se puede tomar otra medida. Existe la posibilidad que cuando vayan creciendo vayan tolerando de mejor forma el alimento, pero para eso deben ir a un nutricionista o doctor para ver la posibilidad de realizar un examen e incorporar el alimento de a poco”.