A principios de año, la BBC exponía en su sitio web un reportaje donde se preguntaba “Qué hace que los chilenos sean tan resistentes a los terremotos, incendios y otras tragedias”, esto a raíz de los incendios que asolaron el centro sur del país en ese momento, pero también hacía mención a todas las calamidades naturales que hemos tenido que soportar en nuestra historia.
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Serán esos mismos hechos los que han curtido el espíritu de las personas, pero también han ayudado a que se perfeccionen (a golpes) diferentes técnicas que han ayudado a ir disminuyendo los impactos que las catástrofes generan, ya sea materiales o humanas.
Eso es parte de lo que quiere destacar una plataforma del Consejo Nacional para el Desarrollo (Cnid) que invita a hacer “Más Goles para Chile”, una serie de retos, entre los que está el de desarrollar iniciativas aprovechando la resiliencia que tiene nuestro país ante las catástrofes. Allí las personas pueden comentar las iniciativas que más les llamen la atención en esta área e incluso, pueden proponer su propia idea innovadora para desarrollar.
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son los retos que se plantea “Más goles para Chile” y que buscan que nuestro país sea líder mundial en innovación en diferentes áreas. La gente puede opinar, manifestarse por el proyecto que más le guste o plantear su propia idea en masgolesparachile.cl
“Es el reto más lindo”, dice entusiamado el ingeniero Jaime Álvarez, experto del reto “Reto resiliencia frente a desastres: golpes que nos hacen grandes”. El profesional destaca que “desde la época de la colonia que tenemos historias de terremoto, incendios o tsunamis, al punto que Darwin cuando estuvo en Concepción en 1835 dijo que Chile nunca llegaría a ser un país, porque como venían estos azotes de la naturaleza con cierta frecuencia, el país siempre se iba a sumir en un caos del cual sería casi imposible salir”, sin embargo, resalta que “pasó todo lo contrario”.
Cada golpe, una enseñanza, una fortaleza
Álvarez insiste en que nuestro aprendizaje frente a los desastres naturales ha sido porque hemos enfrentados hechos dolorosos, y enumera los terremotos de 1939 y 1960 como ejemplos.
Frente a eso, recalca que “el objetivo del reto es hacer de Chile un país resiliente en todo el espectro de desastres naturales que nos afectan, porque en temas de resistencia sísmica, por ejemplo, Chile es un ejemplo de resiliencia a nivel mundial”.
En ese sentido, afirma que luego del terremoto de 1960, el más grande jamás registrado, quedaron lecciones que mejoraron enormente las reglas de construcción. “El gobierno implementó normas y estableció mecanismos de fiscalización para que se cumplieran esas normas y las empresas cumplieron a rajatabla y cuando vino el primer test importante, que fue 50 años después, el 2010, el problema grave fueron cuánto ¿cinco edificios? Que tuvieron fallas flagrantes, o sea, cinco de miles, es decir, fue un éxito, éste fue un golazo a nivel mundial”, subraya.
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“El objetivo del reto es hacer de Chile un país resiliente en todo el espectro de desastres naturales que nos afectan, porque en temas de resistencia sísmica, por ejemplo, Chile es un ejemplo de resiliencia a nivel mundial”, explica Álvarez
Ese aprendizaje, “esa capacidad de sobreponernos a lo más duro que ha tenido el mundo en términos de terremoto”, dice, es lo que hay que llevar a los otros ámbitos de desastres naturales, como incendios, aluviones, marejadas e inundaciones.
Álvarez pone como ejemplo a Barbarita Lara (ver recuadro), respecto de la capacidad de quienes viven en Chile para desarrollar ideas que sigan aportando a ser un país cada vez más preparado. “Por eso la resiliencia es un tema completo, que tiene que ver no solo con lo técnico, sino que con la operación de los organismos técnicos del Estado y también privados, y con la conscientización y educación en general”, añade por su parte Álvarez.
En ese sentido, resalta que tras los errores cometidos en 2010, organismos como la Onemi ya tienen incorporado sistemas de alerta para tsunamis. También subraya que las universidades “están desarrollando sistemas de alerta cada vez más precisos, cosa que no ocurra que hay un terremoto o temblor muy fuerte en Antofagasta y que se envíe la alerta de tsunami hasta Punta Arenas. Eso ya no ocurre, porque ya se acotó mejor”, dice.
Añade que «el círculo virtuoso de tener la capacidad técnica de comprender los fenómenos y de alertar se completa con la capacidad y la credibilidad que le da la ciudadanía a estos organismos técnicos, porque si tú tienes toda la capacidad de hacer una alerta y la envías y nadie la cree o nadie la recibe porque no la entiende, tu capacidad de prevenir es muy baja«.
Al preguntarle qué espera de esta iniciativa dice que su sueño es que “los próximos gobiernos, a partir del trabajo que estamos haciendo con esta plataforma de los retos, tomen el reto de desastres y digan ‘perfecto, vamos a implementar esa agenda y la vamos a llevar a cabo en los próximos 20 años’, y en esto Chile va a ser el mejor país del mundo para vivir, porque aparte de que tenemos una serie de riquezas naturales, el pero que alguien podría mencionar de que hay desastres naturales, bueno, nosotros sabemos convivir con los desastres, más bien no son una amenaza, son parte de nuestro territorio”.
Un aviso al celular, sin la necesidad de estar conectado
Barbarita Lara, ingeniera, emprendedora social y CEO de Emercon, empresa tecnológica que desarrolla plataformas innovadoras de información. Ella, en 2015, fue destacada por su proyecto “S!E: Sistema de Información de Emergencia Móvil”.
Esta innovación envía mensajes de emergencia a los smartphones de la población afectada por una catástrofe sin necesidad de estar conectada a internet ni redes móviles. “Soy una fiel convencida que los ingenieros no debemos formarnos para las empresas, sino ser agentes de cambio, ingenieros para el mundo, que puedan aportar con soluciones innovadoras para tener un mundo mejor”, afirma.