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«De esta manera se cumple la última actividad relacionada con el Proceso de Dejación de Armas de las FARC, por parte de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia», indicó el organismo internacional en un comunicado.
La ONU, encargada de supervisar el desarme de los rebeldes y su reinserción, entregó los 69.034 kilos de armamento y munición que fue «inhabilitado» y destruido tras el desarme de los rebeldes culminado a mediados de agosto a la Unidad de Policía Especial para la Paz (Unipep).
Según lo establecido en el pacto de paz, firmado en noviembre tras cuatro años de negociaciones en Cuba, el armamento se fundirá para construir tres monumentos: uno en Nueva York, sede de las Naciones Unidas, otro en La Habana y el último en Colombia.
La Unipep tendrá bajo su custodia el armamento mientras las partes definen la construcción de los monumentos.
Las Naciones Unidas habían dado por terminado el 15 de septiembre su labor en el desarme de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), ahora convertidas en partido político, luego de las destrucción de 750 escondites con armamento de los rebeldes.
Previamente, el 15 de agosto, los observadores internacionales de la ONU recibieron 8.111 armas de casi 7.000 combatientes de la que fue la principal guerrilla de América.
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Colombia vive un conflicto armado que en más de medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcotraficantes, con un saldo de 7,5 millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
El gobierno de Juan Manuel Santos busca la «paz completa», por lo que negocia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), último grupo rebelde del país.