Chile se mantiene en la categoría B, ocupando el 10° lugar de entre los 30 países que este año participaron en la novena edición del Índice Global de Pensiones de Melbourne Mercer 2017 (MMGPI, por sus siglas en inglés).
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Si bien descendió un lugar en el ranking en comparación con el año anterior, ello obedece al ingreso de Noruega a la medición, país que se insertó en uno de los primeros lugares.
El reporte indica que el resultado de Chile ratifica que el país cuenta con un sistema que tiene una estructura sólida, con muchas características positivas, pero con un amplio margen de trabajo por hacer para lograr la codiciada “Categoría A”, que este año se quedó vacía.
“En 2017, Chile subió de los 66.4 puntos obtenidos en 2016 a 67.3 en 2017, en gran parte debido a leves mejoras en los tres subíndices: adecuación, integridad y sustentabilidad”, explica Diego Guaita, CEO de Mercer Chile.
“En 2017, Chile subió de los 66.4 puntos obtenidos en 2016 a 67.3 en 2017, en gran parte debido a leves mejoras en los tres subíndices: adecuación, integridad y sustentabilidad”, explica Diego Guaita, CEO de Mercer Chile.
De esos parámetros, en el primero pasó de 56,5 puntos a 58, lo que representa una leve alza. En integridad subió de 79,6 a 79,7 y en sustentabilidad se incrementó de 68,4 a 69,1 puntos.
Con este resultado, Chile lidera en Latinoamérica, pues se ubica por sobre Colombia, Brasil, México y Argentina, países de la región que también participan en este estudio.
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A diferencia de años anteriores en que Dinamarca y los Países Bajos se ubicaban en la categoría A, este año ningún país logró entrar en ese rango. Ello no significa que sus sistemas hayan experimentado cambios sustantivos, sino que en el subíndice de sostenibilidad se incluyó el crecimiento económico real. Pese a ello, Dinamarca, Holanda y Australia son los países mejor ubicados en el índice, todos en la categoría B+.
La categoría E, donde se ubican los que obtienen menos de 35 puntos, también quedó vacía.
La evolución de Chile en el ranking
En esta versión Chile se ubica en el décimo lugar, en la categoría B junto a otros 8 países que al igual que el nuestro tienen entre 65 y 75 puntos en el ranking. Esto significa que cuentan con un sistema que posee muchas características positivas pero que aún debe mejorar en algunas áreas.
Entre las áreas de mejora para Chile, el índice propone las siguientes:
- Elevar el nivel obligatorio de contribuciones para aumentar la tasa de reemplazo
- Elevar el nivel de ahorro en los hogares
- Elevar la edad de jubilación tanto para hombres como para mujeres
- Continuar revisando la pensión mínima que se otorga a los pensionados más pobres
“Si bien la reforma al sistema de pensiones ha estado muy presente en la discusión desde el año pasado, en la práctica no ha habido cambios relevantes al sistema, y ello explica que Chile siga sin mayores variaciones, pero con los mismos desafíos, entre los que están hacerse cargo de que la población envejece y necesita seguir trabajando para obtener mejores pensiones”, afirmó Guaita.
Desafíos a nivel mundial
Con la medición de 30 países y el 60% de la población mundial, la novena edición del Índice Global de Pensiones de Melbourne Mercer insta a los países con sistemas de pensiones insostenibles a aprender de los países líderes.
El autor del informe y Senior Partner de Mercer, David Knox, reitera en este informe que el impacto del aumento de la esperanza de vida y el bajo rendimiento de las inversiones están teniendo efectos significativos a largo plazo en la capacidad de muchos sistemas de todo el mundo de brindar suficientes beneficios de retiro, tanto en la actualidad como en el futuro. De hecho, en el informe plantea que actualmente, la mayoría de las naciones están lidiando con los efectos sociales, económicos y financieros del envejecimiento de la población.
«Las reformas políticas necesarias para enfrentar estos desafíos también son semejantes y se relacionan con la edad de pensión, alentando a las personas a trabajar más tiempo”, afirma Knox
“Los desafíos para hacer frente a estos retos son similares en todo el mundo, independientemente de las influencias sociales, históricas o económicas de cada país. Las reformas políticas necesarias para enfrentar estos desafíos también son semejantes y se relacionan con la edad de pensión, alentando a las personas a trabajar más tiempo”, afirma Knox.
En tanto, Jacques Goulet, presidente de Health and Wealth en Mercer, subraya la necesidad de que los países aborden la sostenibilidad al considerar la reforma de las pensiones. «El aumento de la esperanza de vida y la baja rentabilidad de las inversiones están teniendo un impacto significativo a largo plazo en la capacidad de muchos sistemas en todo el mundo para proporcionar beneficios de jubilación adecuados, tanto ahora como en el futuro. Estas presiones han alertado a los formuladores de políticas sobre la creciente importancia de los problemas de equidad intergeneracional”, dice Goulet.
Junto con ello, explica que Japón, Austria, Italia y Francia son ejemplos de economías desarrolladas cuyos sistemas de pensiones no representan un modelo sostenible que apoye a las generaciones actuales y futuras en su vejez. «Esto se debe a una combinación de factores que incluyen la falta de activos reservados para el futuro, la baja participación de la fuerza de trabajo en edades más avanzadas y los cambios demográficos significativos hacia un envejecimiento de la población», agrega.