La imagen de un perro orinando nunca habían sido tan famosa, y es que no se trata de cualquier can ni tampoco de cualquier lugar. Nemo, la mascota del presidente francés Emanuel Macron, no pudo más, se saltó el protocolo y orinó en plena reunión ministerial.
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En la junta, que se realizaba en el despacho del mandatario francés en el Palacio del Elíseo, Macron analizaba con el secretario de Estado de Cohesión Territorial, Julien Denormandie, la ministra de Ecología, Brune Poirson, y el ministro de Economía y finanzas, Benjamin Griveaux, las inversiones del país, de acuerdo a BBC Mundo.
De pronto, ante las cámaras de televisión y sin ninguna vergüenza, Nemo se acerca a la chimenea y procede a orinar, interrumpiendo con el sonido de su acto la reunión. Entre las risas de los ahí presentes, el presidente de Francia se excusa sonrojado y señala que «el perro está haciendo algo bastante excepcional».
¿Esto pasa a menudo?, le pregunta Denormandie. Ante lo que Macron responde «No, ustedes han provocado en él este comportamiento bastante inusual».
Nemo
Nemo, quien acostumbra a pasear por el Palacio Eliséo, es un labrador negro cruzado con grifón de dos años de edad y fue adoptado a finales de agosto por el mandatario francés.
El jefe de Estado eligió el nombre de su nuevo compañero en referencia al célebre capitán Nemo de la novela de Jules Verne «Veinte mil leguas de viaje submarino», que le gusta particularmente, indicaron miembros de su equipo.
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