La imagen de un bebé sirio con signos de desnutrición severa cargado por una enfermera en una clínica en la ciudad de Hamouria, localidad controlada por los rebeldes en la región oriental de Ghouta en las afueras de Damasco, ha impactado al mundo por la crudeza con que revela los efectos del hambre a causa del conflicto.
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El bebé, según consigna AFP, es llevado a su madre también desnutrida para ser amamantado. El pequeño, de nombre Sahar falleció el pasado 21 de octubre y en las fotografías se podía apreciar como sus costillas sobresalientes bajo la piel translúcida, daban cuenta de su escaso peso: menos de dos kilogramos.
Cabe mencionar que sólo un poco de ayuda humanitaria llega a la región oriental de Ghouta, al este de Damasco, bajo control de los rebeldes, bajo un estricto bloqueo por parte de las fuerzas del régimen desde 2013.