La periodista rusa Tatiana Felgenhauer, apuñalada en Moscú, fue víctima de un «loco» y no de la hostilidad hacia los medios críticos con el poder en Rusia, estimó el martes el Kremlin.
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«Las acciones de un hombre loco son las acciones de un hombre loco», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, asegurando que «intentar vincular este trágico acontecimiento (…) con otra cosa no es lógico ni correcto».
Utilizando la conexión telepática, ella (Felgenhauer) me mortificaba sexualmente», dijo Grits en el primer interrogatorio. «Nunca la he conocido en verdad, pero la he visto y sentido. No me la podía quitar de la cabeza», añadió.
El atacante, identificado como Boris Grits, un ciudadano de Israel de 49 años, fue neutralizado por los guardias de seguridad y entregado a la policía. En la vista previa celebrada el amrtes en un juzgado de Moscú, el agresor fue acusado de «intento de asesinato» y encarcelado en prisión preventiva por un periodo de dos meses.
En su declaración, Grits reconoció que había infligido heridas corporales a la periodista, pero negó que tuviera intención de matarla. No obstante, el agresor ofreció una extraña explicación sobre sus motivaciones, al asegurar que se sentía «sexualmente acosado» por la víctima «a través de un contacto telepático».
«Utilizando la conexión telepática, ella (Felgenhauer) me mortificaba sexualmente», dijo Grits en el primer interrogatorio. «Nunca la he conocido en verdad, pero la he visto y sentido. No me la podía quitar de la cabeza», añadió.
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Fuentes policiales opinaron en un primer momento que el ataque pudo haberse debido a «motivos personales» y que la víctima quizás conocía al agresor.
La periodista, de 32 años, saló el martes del coma inducido en el que se encontraba. «Gracias por todo el apoyo y el cariño. Todo irá bien. Respirar por un tubo tiene hasta gracia. Por primera vez en dieciséis años en la radio he podido dormir como es debido», escribió Felgenhauer.
Felgenhauer, que escribió la nota de su puño y letra en el mismo hospital, ya ha sido trasladada a la sala de cuidados intensivos tras ser intervenida de urgencia en la garganta.
«Clima de odio»
Tras el ataque, varias voces se alzaron para denunciar el clima de odio hacia los medios independientes impulsado por el poder.
Por su parte, el sindicato de periodistas rusos lamentó la reciente difusión de reportajes contra Echo de Moscú en el canal público de información Rossia-24, que difunde los puntos de vista del Kremlin.
«Pensamos que esos temas alimentan el odio contra nuestros colegas y pudieron provocar el ataque contra Tatiana por un individuo desequilibrado», afirmó un comunicado del sindicato.
La radio Eco de Moscú, primera emisora libre creada en 1990 antes de la caída de la URSS, pasó bajo control del grupo público Gazprom en 2001, un año después de la llegada al poder de Vladimir Putin.
Numerosos periodistas han sido agredidos, heridos o asesinados en los últimos años en Rusia.