Como los créditos de las películas que transmiten en el cable. Así de rápido pasó este 2017 y los estudiantes que aspiran a un cupo en distintas universidades lo saben. Este año, la Prueba de Selección Universitaria (PSU) quedó para el 28 y 29 de noviembre y a casi un mes de que se cumpla esa fecha, aún hay formas de salvar el año.
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Así al menos lo indica a Publimetro Marco Villalta , sicólogo y doctor en Educación de la escuela de Sicología de la Universidad de Santiago (Usach). A su juicio, aún hay tiempo de hacer algo.
«Si un estudiante no ha tenido disciplina durante el resto del año, entonces lo que tiene que hacer esta persona es aprender de la experiencia», afirma el profesor.
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Especifica que, para ello, la recomendación es acercarse a personas que sí pudieron entrar a la universidad a las carreras que querían para pedirle consejos respecto a los métodos de estudio que fueron efectivos para ellos. «Lo otro sería encomendarse a los astros», comenta.
Bajar la presión
En esa línea, Gabriela Capurro, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás, aconseja reconocer los horarios en que una persona es más efectiva en términos de estudio. «No todos funcionamos bien a la misma hora, hay personas más nocturnas y otras que funcionan bien de día».
Pero la idea es no generar estrés. Según el profesor Villalta, «acá hay que considerar dos niveles: uno cognitivo y otro más socioemocional. El primero implica ser sistemático para estudiar, ordenado y tener la convicción de que uno no se está jugando la vida en esta prueba. La idea es bajar la presión»
Añade que «lo otro tiene que ver con la familia y los amigos: generar un grato ambiente para el relajo porque no todo debe ser estudiar. Entonces eso implica juntarse con las redes de amigos, con la familia y con un entorno sano».
Además de la buena alimentación, practicar deportes y pedir ayuda, Capurro advierte que tomar medicamentos para la concentración no es una opción y que incluso podría generar perjuicios.
«Muchas personas optan por automedicarse para permanecer más tiempo en vigilia y estudiar de forma más eficiente, esto no es recomendable porque pueden aparecer síntomas de ansiedad, angustia, irritabilidad, fluctuación del ánimo o reacciones impulsivas», aconseja la sicóloga.
En cualquier caso, ambos reiteran que, es clave quitarle el peso a esta prueba. «Recuerda que no es tu vida, sino solo una evaluación importante», sentencia Capurro.