Este miércoles, a solicitud de dos jueces, fue detenido Julio de Vido, un ex ministro clave de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, inmediatamente después que el Congreso argentino aprobara el desafuero por sospechas de corrupción.
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De Vido, quien fue hombre fuerte y ministro de Planificación durante los 12 años de los gobiernos kirchneristas (2003-2015) en los que manejó miles de millones de dólares a cargo de la obra pública, está acusado de desvío de fondos en la importación de gas licuado y en la administración de un yacimiento carbonífero.
La medida recibió 176 votos a favor y una abstención. La cámara tiene 257 escaños, pero el bloque del Frente para Victoria (peronistas de centroizquierda, kirchneristas) no bajó al recinto a participar del debate, al considerar que la iniciativa de los legisladores del presidente Mauricio Macri y sus aliados contaba con la mayoría necesaria para sancionar la aprobación.
La ex presidenta Cristina Kirchner, ahora senadora electa, había declarado recientemente que no pone «las manos en el fuego por De Vido, ni por nadie».
La defensa del diputado aseguró que «no fueron dadas las garantías constitucionales» en el juicio, al ser De Vido impedido de declarar ante los dos jueces que siguen su caso.