La ONU condenó el viernes la «deliberada privación de alimentos a civiles» como táctica de guerra, luego de que se publicaran fotos «consternantes» de niños esqueléticos en una región cerca de Damasco, controlada por los rebeldes y sitiada por el ejército sirio.
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El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, declaró en un comunicado que las fotos son una «indicación aterradora del sufrimiento de la población de Ghuta oriental», una región cercana a la capital siria sitiada desde 2013.
El 21 de octubre AFP publicó una foto de un recién nacido de apenas un mes en estado esquelético, que falleció unos días después en una clínica de la ciudad de Hamuria controlada por los rebeldes.
«La deliberada privación de alimentos a civiles como método de guerra constituye una clara violación del derecho humanitario internacional», advirtió Zeid.
Unas 400.000 personas viven en Ghuta oriental, en donde la ayuda humanitaria llega a cuentagotas.
La escasez de alimentos y medicamentos se agravó y cuando los hay, por el contrabando, se venden a precios inaccesibles. La UNICEF advirtió que unos 1.000 niños sufren malnutrición aguda.
Desde julio, Ghuta es una de las cuatro zonas de distensión instauradas en Siria con el fin de alcanzar un alto el fuego duradero en el país.
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El último convoy humanitario para esa localidad fue a fines de septiembre. Transportaba alimentos y ayuda médica para unas 25.000 personas.
Zeid dio cuenta de su «indignación» por el sufrimiento de los civiles y criticó a los grupos armados rebeldes en la región por perturbar el trabajo de las organizaciones humanitarias.