El Gráfico Chile

El “Pulgatorio” de Leonardo Monje: a punto de retirarse, busca cortar una sequía de más de un año

La Pulga Atómica pondrá fin a su dilatada trayectoria dentro de tres partidos, cuando acabe la participación de Coquimbo Unido en la Primera B. Tras colgar los botines, lo espera una carrera de representante, aconsejando a los más chicos.

Tras 17 años en el profesionalismo, el delantero Leonardo Monje está a tres fechas de colgar los botines en el fútbol. El ariete, que actualmente defiende los colores de Coquimbo Unido, no se retira de las canchas por problemas físicos o por una disminución en su rendimiento. El motivo es bastante más importante: quiere descansar e instalarse con su familia en Santiago, donde espera que su hijo mayor se una a las inferiores de un club.

El proceso que ha enfrentado el atacante desde que confirmó su retiro ha sido bastante complicado, especialmente porque día a día tiene que lidiar con su entorno, que le pide recapacitar. «A medida que se acerca, uno claramente va a tomando el peso de que ya no va a jugar nunca más. La gente cercana, mi esposa, mis hijos, están constantemente diciéndome que no lo haga, pero la decisión está más que tomada. Llevo 18 jugando fútbol y es un momento adecuado para retirarme«, comenta Monje a El Gráfico Chile.

Una de las cosas que más ha disfrutado la Pulga Atómica durante este segundo semestre es la cercanía que ha logrado tanto con los hinchas de Coquimbo como con el plantel de los Piratas, quienes día a día le recalcan lo importante que es él en el balompié nacional. «Estos últimos entrenamientos y momentos en el camarín los disfruto mucho más. Imagínate que tengo compañeros que cuando yo ya había debutado, ellos no habían nacido, entonces, me piden consejos. ¿La gente? Hace unos días una persona bastante adulta se me acercó para agradecerme por todo lo que di en el fútbol chileno y eso al final te reconforta, porque te das cuenta de que dejaste algo en esto», cuenta el delantero, que ha militado en 16 equipos a lo largo de su carrera.

El pasado 15 de octubre fue un día bastante doloroso para el Leo: llegó al estadio La Portada de La Serena con todo el ánimo del mundo, pero la jornada no terminó para nada bien, puesto que Coquimbo cayó por 2-1 ante su histórico rival, en el último clásico en la vida del ariete.

«Fue doloroso perder el último clásico de mi carrera. Llevo casi tres años en el club y éste es un equipo especial, donde te encariñas, la gente te hace sentir coquimbano desde el día en que llegas. Yo me quería ir con un triunfo. Lamentablemente, si uno comete errores en este tipo de partidos, se pagan caro y así fue. Claro que dolió, mucho», lamenta el atacante, quien ante los Papayeros ingresó a los 78 minutos.

De acuerdo a las estadísticas que posee Monje, a lo largo de su carrera ha marcado más de 160 tantos. Teniendo en cuenta este dato, es fácil comprender lo complicado que está por la sequía goleadora que arrastra desde el 27 de agosto del año pasado, cuando celebró su última conquista ante Rangers.

«Es complicado, porque a lo largo de mi carrera siempre hice goles. Uno comienza a cuestionarse, pero mi familia me dice que esté tranquilo, que ya no tengo que demostrarle nada a nadie. Igual no sé cómo afrontar este momento, uno se siente incómodo. ¿Si no llego a hacer un gol en este semestre? Igual me voy a ir tranquilo con todo lo que hice», expresa Monje, quien tiene los duelos ante Copiapó, Santiago Morning y Magallanes para quebrar su mala racha.

 

De las canchas a las negociaciones como representante

En el 2011, Monje se atrevió y junto a sus compañeros en Unión Española, Gonzalo Villagra y Sebastián Miranda, se inscribieron para estudiar en el INAF y así iniciar sus carreras como técnicos. Con el paso de los meses, el delantero se dio cuenta de que ése no era el camino que quería seguir, ya que «ser DT tiene una vida similar a la que tiene un futbolista y yo a mi familia la trasladé bastante tiempo, entonces, ahora quiero establecerme en Santiago, tranquilo».

Una vez tomada esa decisión, se acercó a su representante, Sergio Morales, para analizar la posibilidad de trabajar con él. El agente de jugadores como Esteban Pavez, Esteban Paredes y Nicolás Peric no tuvo problemas para aceptar la propuesta de Monje y cuando éste se retire de las canchas, se incorporará a su staff.

«Lo que aportaré en la empresa es encaminar a los más chicos, porque las generaciones de ahora están muy distintas, empiezan de muy chico a ganar plata y a pensar en otras cosas. ¿Cómo analizo el mercado de los representantes?  No es fácil trabajar en este ambiente, sobre todo porque es uno con mucha competividad y envidia, pero cuando uno es transparente y va de frente, es distinto», comenta desde la Cuarta Región el experimentado delantero, que poco a poco comienza a cerrar su carrera en el fútbol nacional.

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