Argentina y Chile concretaron este fin de semana el primer swap energético de la historia, con el envío desde el lado transandino de dos millones de metros cúbicos de gas natural. Esto sucede a casi diez años desde que el vecino país nos cerrara la llave.
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La operación, que se realizó en dos fases, culminando este domingo 29, involucró el despacho desde Argentina de la capacidad que permitió al Terminal GNL Quintero operar sin contratiempos durante la mantención programada que se realizó en estos días, permitiendo principalmente respaldar una parte de la demanda residencial e industrial de la zona central del país.
En tanto, el envío equivalente desde Chile, se debe realizar en las 48 horas siguientes a la recepción del gas natural argentino. La operación total involucra un volumen total de 4 millones de metros cúbicos.
Los envíos fueron articulados por la empresa Enap por el lado chileno y por Enarsa, estatal de energía argentina. Las compañías coordinaron con las autoridades de ambas naciones los detalles del despacho, junto a los actores privados involucrados en la operación: Aprovisionadora Global de Energía (filial de CGE) y GasValpo.
El gas enviado desde Argentina provino de la provincia de Neuquén, y se trasladó por medio del gasoducto GasAndes.
“Este swap marca un hito en el intercambio energético entre ambos países, a diez años de la crisis del gas, y abre la posibilidad de nuevos acuerdos que fortalecen la relación de beneficio mutuo entre ambas naciones”, aseguró Marcelo Tokman, gerente general de Enap.
Cabe recordar que hasta 2004, Chile se abastecía casi completamente del gas que le vendía Argentina y que en promedio significaban envíos de 22 millones de m3. A partir de ese año fue cuando comenzaron a generarse estos cortes que fueron cada vez más prolongados, cada vez que el país trasandinos necesitaba cubrir sus propias necesidades.
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Producto de estas interrupciones, se llegó a peaks de desabastecimiento que dejaban al 47% de la demanda de Chile sin poder ser satisfecha.
Fue en 2009 cuando debutó la planta de GNL de Quintero, que le permitió a Chile traer el combustible por barco, principalmente desde Asia.