¿Es cierto que Francia se está quedando sin mantequilla? ¿Es el país con el segundo mayor sector lácteo en Europa (después de Alemania) incapaz de proveer a los hogares de un alimento tan básico?
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La respuesta es sí… y no.
Sí, y de hecho hay escasez de mantequilla en las tiendas francesas. Las estanterías están vacías. Las marcas propias de los supermercados se esfuman y con frecuencia solo es posible encontrar a la venta las más caras.
No hay una crisis de mantequilla. Si necesitas mantequilla, la encuentras. Pero es evidente que que el sistema no está funcionando como debería. Algo está mal. Los expertos hablan de varias causas.
Untando con orgullo
El mercado mundial de la mantequilla crece a toda velocidad. China, en particular, descubrió el gusto por la pastelería occidental que tiene en la mantequilla uno de sus ingredientes principales.
Al mismo tiempo, los consumidores europeos y norteamericanos están volviendo a la mantequilla. Tras unos años en el que se advirtió que la grasa animal era mala, ahora el consejo es otro. El demonio ahora es el azúcar. La mantequilla fue rehabilitada y se puede untar orgullosamente.
Pero cuando la demanda por la mantequilla está creciendo en el mercado mundial, la oferta está cayendo. Según el Observatorio del Mercado de la Leche de la Unión Europea, Nueva Zelanda, el mayor productor de lácteos del mundo, exportó un 11% menos de mantequilla entre enero y agosto que en el año anterior.