PUBLICIDAD
Así lo aseguran los datos recopilados por el informe del Latinobarómetro 2017 lanzado hoy, en el que se destaca que el mandatario obtiene un promedio de 2,7 en una escala de 0 a 10 en los 18 países de la región, la peor calificación obtenida por un mandatario norteamericano desde 2005 y un nivel muy por debajo de su predecesor, Barack Obama, quien tuvo 7,0 en su primer año de gobierno.
Un 67% de los encuestados en la región tienen una opinión buena o muy buena sobre EEUU, lo que muestra una caída de 7 puntos respecto a 2016. La popularidad del país había caído a su momento más bajo en 2003, durante la invasión de Irak.
Y la mejora que experimentó la marca Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama, parece haberse desvanecido.
Los países que ponen peor nota al mandatario son México, con un 1,6 y Uruguay, y Chile le pone un 2,0.
“El presidente Trump ha impactado en América Latina, en primer lugar, porque los latinoamericanos son los inmigrantes, en consecuencia la imagen de cierre es obvia y por tanto, endurecer las condiciones afecta a toda la gente que sentía que EEUU tenía las puertas abiertas y ahora las cierra y el ciudadano se siente intimidado por el control migratorio” explica Marta Lagos, la directora de Latinobarómetro.
En el caso de México, es el país donde más cae la opinión favorable con 29 puntos porcentuales entre 2016 y este año, obviamente por la disputa que hay con el muro fronterizo, una consecuencia muy directa de acuerdo a la buena visión que México había tenido históricamente, comenta Lagos, y añade” los mexicanos tienen una oposición mucho menos favorable debido a la posición de su presidente, no debido al pueblo estadounidense”, enmarcando la idea de que “lo que hace un presidente impacta en lo que uno piensa de un país”, afirma.
PUBLICIDAD
En el caso de Chile, Lagos asegura que se encuentra en el montón con respecto a la percepción, si bien es cierto que históricamente el mejor momento fue cuando vino Obama durante la presidencia de Piñera, en el país dominan dos visiones de EEUU, la de la elite, de la que destaca una “idealización de lo estadounidense”, ha sido siempre muy amigable con EEUU, mientras que el pueblo ha sido siempre más critico.
Desde la llegada al poder de Trump se ha tenido que esto afectara a las relaciones exteriores y comerciales pero según Lagos, “desde las Torres Gemelas me da la sensación de que América Latina dejó de existir para EEUU, nosotros no somos objeto de política exterior propiamente tal, sino de mantención de relaciones. EEUU tiene una relación amigable con todos lospaíses pero no hay una política exterior propiamente tal, aunque tampoco la hubo en la época de Obama”, señala.
Al comparar EEUU con las potencias, se observa que el nivel de apoyo hacia él, la UE y China es similar después de que sube la imagen buena y muy buena de China y la UE, y cae la del país del norte.
“Esto refleja la pérdida de poder por parte de EEUU: la visión de EEUU como potencia ha perdido para América Latina, pero lo que les preocupa a los norteamericanos es que China penetre, pues siempre pensó que Latinoamérica estaba en su bolsillo, que siempre íbamos a ser socios, y yo veo que lo que está pasando es que los latinoamericanos están mirando hacia otro lado, y eso, sí que es preocupante para EEUU”, concluye.
La visión del Papa Francisco: la peor evaluación en Chile
Otro de los líderes evaluados en el Latinobarómetro 2017 es el Papa Francisco, cuyos resultados sorprendieron en Chile, pues es el país que le otorga la peor calificación, con un 5.3.
Dentro de Latinoamérica su santidad obtuvo un 6,8 promedio en América Latina en una escala de 0 a 10.
Lo que muestran las cifras en nuestro país es que es el la nación que menos confía en la Igleisia dentro de América latina. Ya que solo un 36% se fía de esta institución.
“Estas cifras se explican, en parte, porque Chile es el país que ha sufrido el proceso de secularización más agudo en la región en la ñultima década, aumentando, según el mismo estudio, la cantidad de personas sin religión, agnósticos y ateos al 25%, alcanzando al ya conocido país más secular de la región que es Uruguay”, detalla Marta Lagos.