«Quiero exponerle la situación a la que me he vista sometida durante los últimos meses y en la cual, la Universidad no ha hecho nada por ayudarme», inicia la carta entregada por una estudiante de la Universidad Católica al rector de la casa de estudios en la cual alega desamparo por parte del plantel luego que acusara a un compañero de acoso sexual.
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Tal como narra Macarena Maggi, el año pasado asistió a la casa de un compañero con el fin de cerrar el año académico, hecho que según la estudiante cambiaría su vida, pues luego de terminar las actividades habría sufrido abuso sexual.
La estudiante también señala en la carta, publicada a través de sus redes sociales, que paralelo a la denuncia en Carabineros, también la hizo ante la universidad con María Soledad, directora de Salud Estudiantil de la UC, quien habría iniciado un proceso de sumario y derivado a una psicóloga institucional.
La estudiante hizo la declaración el 19 de enero ante la Secretaría general, departamento que lleva los casos de acoso sexual al interior de la universidad. «Fue recién en agosto, 7 meses después de mi declaración que citaron a los tres testigos: uno de ellos no pasó la noche en la casa y los otros dos se enteraron de lo que pasó cuando los citaron a declarar», agrega la estudiante, quien además menciona que la universidad no citó a los testigos claves que indicó como directo en el caso.
«Salió el resultado del proceso: sobreseido por falta de pruebas. Es decir, toda mi angustia pasó al olvido (…) A nadie le importó que anulé el semestre, a nadie le importó como fui llevando el proceso, completamente sola», narró la estudiante en la carta.
La estudiante de Ingeniería y ex integrante del centro de estudiantes alega que «once meses se demoraron en hacer la investigación, que fue simplemente nefasta». «No hubo peritajes psicológicos, no hubo seguimiento de la causa abierta en la fiscalía. Tras esto, decidieron cerrar el caso por falta de pruebas y, luego de once meses de espera sin tener siquiera una noticia, tengo cinco días para apelar», reafirma.
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La respuesta de la universidad sobre acoso sexual
Desde la casa de estudios, respondieron a Publimetro que «la Universidad Católica cuenta con protocolos para enfrentar situaciones relativas a violencia sexual que se han dado a conocer a toda la comunidad, sin perjuicio de la competencia de la justicia ordinaria para los casos de delitos«.
A través de un comunicado, desde la UC afirmaron que «en el caso que se menciona, la alumna hizo una denuncia en enero de 2017 en Secretaría General. Dada la complejidad de los casos de violencia sexual (que comprende una multiplicidad de conductas, con distintos niveles de gravedad), corresponde a la entidad indagar en profundidad y llevar adelante un proceso con la máxima rigurosidad frente a los hechos, siguiendo las normativas de la universidad previo a cualquier dictamen».
A través de un comunicado, desde la UC afirmaron que «en el caso que se menciona, la alumna hizo una denuncia en enero de 2017 en Secretaría General. Dada la complejidad de los casos de violencia sexual».
Respecto al tiempo que demoró la investigación «esta rigurosidad requiere tiempo, incluido aquel necesario para la adecuada ponderación de los elementos que emergen durante la investigación», sin aludir directamente a la desprotección de la estudiante.
Política estudiantil en casos de acoso sexual
El colectivo político Solidaridad, que actualmente disputa la dirección de la federación de estudiantes y donde participaría el victimario afirmó a través de un comunicado que «nos hemos visto enfrentados a un proceso doloroso de denuncias contra miembros de nuestra agrupación por casos de abusos sexuales (…) Lamentablemente no hemos estado exentos de tener casos como estos, lo que es un problema que tenemos como comunidad«.
Además, el colectivo argumentó que se han mostrado abiertos a colaborar con las investigaciones y aportar con antecedentes.
Respecto a esta situación, el Observatorio Contra el Acoso Callejero, precisó que «no basta solo con enumerar recomendaciones. Debe ser un protocolo con tiempos y plazos formales durante la investigación, los cuales se informen a las personas involucradas para no generar incertidumbre. Debe haber acompañamiento a las víctimas para apoyarlas en el proceso. No puede ser que una víctima haga la denuncia y no sepa más del caso hasta meses después, cuando se entregue una resolución».