«Lo escuché gritar, gritar por ayuda. Rompió todas las ventanas para tratar de salir”. Así reatan los vecinos el verdadero calvario que vivió un hombre de 56 años luego de que desconocidos hicieran detonar cerca de 200 cartuchos de fuegos artificiales al interior de su casa en un barrio de Birmingham.
PUBLICIDAD
Según indica The Sun, Tony Nicholls pidió desesperadamente por ayuda luego de quedar atrapado en su vivienda.
El hombre no pudo escapar y sufrió graves quemaduras en el 60% del cuerpo. Tony luchó por su vida durante 5 días, pero finalmente murió en el Hospital Queen Elizabeth.
En tanto, la esposa de Nicholls sufrió múltiples fracturas en las piernas, luego de que se vio obligada a saltar desde una ventana del segundo piso de la casa para de esa forma evitar las llamas, indica Birmingham Mail.
La policía tiene muy pocas pistas de lo que pasó, sin embargo aseguraron que con el número de “explosivos” que había en el lugar la vivienda se quemó en sólo dos minutos.
Además indicaron que esa cantidad de fuegos artificiales se utiliza espectáculos al aire libre y en lugares abiertos, por lo que tiene que haber sido “absolutamente aterrador” para la pareja.