Una de cada tres personas morosas posee 5 o más documentos impagos registrados al cierre del mes de septiembre de 2017.
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Así lo establece el XVIII Informe de Deuda Morosa que elabora la Universidad San Sebastián y Equifax, en el que además se concluye que la cifra total de morosos en el país se incrementó en un 6% respecto del mismo mes de 2016, llegando a 4.387.859, con una subida de 16% en la mora promedio nacional que llegó a $1.541.082.
El reporte revela además que la mayor cantidad de personas morosas provienen del sector retail, que concentra un 40% del total de deudas, seguido de la Banca, con un 30%. Aunque la mayor morosidad está en este último sector.
Pese a que las personas que que no han pagado sus deudas crece a menor fuerza, el informe da cuenta de una realidad que no cambia: el alto endeudamiento entre jóvenes y adultos mayores.
Por un lado, entre quienes tienen 60 a 69 años y 70 o más años crece el número de morosos en 12 y 10%, respectivamente, respecto de septiembre de 2016, alcanzando un total de 548.537 personas. En tanto, entre los jóvenes de 25 a 29 años la mora promedio aumenta 16%, la segunda alza más importante de todos los tramos etarios, llegando a $978.047.
Peor es la situación de aquellos que reciben la pensión básica solidaria, que actualmente está en $104.646 –aunque se consideró la anterior de $102.897 para el sondeo-, los cuales tienen una deuda impaga 6,3 veces mayor ($643.516), creciendo un 9% en el último año.
“Se puede desprender de estas cifras que las instituciones financieras están siendo muy laxas en otorgar crédito a personas de bajos ingresos”, afirma Sergio Tricio
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Frente a estos datos, Sergio Tricio, gerente general de Ruvix, llega a una conclusión que podría expicar esto. “Se puede desprender de estas cifras que las instituciones financieras están siendo muy laxas en otorgar crédito a personas de bajos ingresos”, afirma.
Específicamente en el caso de los ancianos, Ricardo Ibáñez, abogado y fundador de DefensaDeudores.cl, apunta a que “el endeudamiento de la tercera edad se concentra en el uso de herramientas de créditos de corto plazo, que tienen por objeto la compra de remedios, alimentación, calefacción”.
Respecto de los jóvenes, el legista sostiene que “las instituciones financieras, como los bancos y el retail, ven como una gran oportunidad de negocio cautivar a este tipo de clientes”.
Los riesgos de la morosidad
El pertenecer a alguno de esos tramos estarios y estar en calidad de moroso puede conllevar diferentes riesgos a los que hay que poner atención.
En el caso de los adultos mayores que no logran pagar sus deudas, ven peligrar bienes tan preciados como su casa. “En virtud de lo que establece el derecho de prenda general, artículo 2.465 del Código Civil, ponen en riesgo a esas alturas de su vida el único bien raíz que poseen”, alerta Ibáñez.
«Es necesario educar a las personas, pero además restringir en algunos aspectos a las instituciones financieras”, afirma Tricio
Respecto de los menores de 30 años, Tricio subraya que la gravedad es que “no estén 100% conscientes de los problemas que se derivan de tener morosidades”, tales como “caer en Dicom, afectándolos incluso para pedir trabajo”.
¿Qué medidas se pueden tomar para revertir esta tendencia? El especialista aclara que no es partidario de aumentar las regulaciones, aunque sí reconoce que “en algunos casos puede ser necesario, ya que la educación financiera tiene efectos limitados. Por lo tanto, es necesario educar a las personas, pero además restringir en algunos aspectos a las instituciones financieras”.