Ya van 20 días desde que se absolvió a la machi Francisca Linconao y otros 10 imputados por el caso Luchsinger Mackay. Sin embargo, recién este martes se leerá la sentencia completa. Lejos de terminar, el caso podría extenderse si la Fiscalía o los querellantes deciden apelar. En cualquier escenario, clave será conocer la estrategia que usó la defensa de los comuneros.
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El representante de la machi Linconao, el defensor regional de La Araucanía, Renato González Caro, explica a Publimetro cuál fue el camino que tomaron para conseguir que el Tribunal Oral en Lo Penal de Temuco la absolviera a ella y los otros 10.
Pruebas desestimadas
Una de las mayores jugadas que aprovechó la Defensoría Penal Pública fue lo confuso de las declaraciones en las que José Peralino, uno de los comuneros, se inculpó.
«Su segunda declaración de 2015 no fue prueba suficiente. El tribunal no valoró la primera de 2013 por infracción de garantías y, si bien valoró la segunda, señala que se contradice con la evidencia encontrada en el sitio del suceso y que no existió otra prueba de cargo real que permitiera corroborarla», detalla Gonzalez. Pero no es lo único.
Asimismo, se presentó como prueba de cargo un peritaje de georreferenciación conseguido por la policía tras pedir a una compañía de celulares detalles de llamadas recibidas y realizadas. Para González, este informe es «de escaso valor, porque decía que las personas estaban dentro de un área de cobertura que es de millones de metros cuadrados». De hecho, agrega que tampoco se acreditó que los teléfonos pertenecieran a los comuneros y había incongruencias con las fechas del análisis.
Dudas que se despejarán
Para el defensor, la lectura de la sentencia despejará dudas relacionadas con el trabajo del Ministerio Público. Explica que ellos estudiaron otras tesis sobre cómo ocurrieron los hechos, pero que cuando comenzó el juicio, aseguraron haber cerrado todas. El problema estuvo en que «en sus alegados de clausura terminaron reconociendo que estas líneas estaban abiertas».
«Esto demuestra que existe duda razonable porque es posible que las cosas hayan ocurrido de cualquiera otra forma, con investigaciones aún no resueltas. Condenar a 40 años de cárcel a cualquier persona ante tales elementos de duda sencillamente no es posible», aclara.
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Los panfletos también estuvieron bajo un nebuloso escenario. Afirma que la Fiscalía declaró haberlos encontrado en el lugar donde murió el matrimonio Luchsinger Mackay pero «las huellas genéticas encontradas en ellos no coinciden con ninguno de los imputados».
Lo mismo ocurrió cuando allanaron el domicilio de la machi Linconao. «Se dice que incautaron panfletos que, simplemente, no se ven en el video de registro. Se asegura que el arma hechiza fue encontrada en la ruca del predio, que es la única habitación en que los policías impidieron el acceso de la machi o su hermana. Sin embargo, el mismo video muestra a varios policías de civil y con mochila ingresando previamente al mismo espacio», argumenta el abogado.
Como sea, este martes se conocerá si esto jugó a favor o en contra de la liberación de los once procesados que quedaron absueltos, en primera instancia, de cualquier responsabilidad sobre el ataque incendiario que acabó con la vida de Viviana Mackay y Werner Luchsinger, el viernes 4 de enero de 2013.
