Un tribunal de Nueva Zelanda impuso este jueves una multa de 11.700 dólares locales (8.048 dólares) a la aerolínea Latam por haber permitido que un pasajero volara al país oceánico pese a una orden de las autoridades de inmigración.
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El incidente ocurrió en 2015 cuando el personal de facturación del aeropuerto de Santiago admitió a un pasajero sirio registrándole como brasileño pese a que las autoridades neozelandesas le habían indicado que su entrada en el país no estaba permitida.
El pasajero fue expulsado de Nueva Zelanda el día de su llegada, según el portal de noticias neozelandés Newshub.
La gerente nacional de Fronteras de Inmigración Nueva Zelanda, Senta Jehle, dijo que es la tercera vez que la aerolínea chilena es procesada por incumplir los requisitos fijados por las leyes del país.
«INZ (siglas en inglés de Inmigración Nueva Zelanda) toma este tipo de ofensas muy seriamente porque las aerolíneas tienen un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad del sistema de inmigración de Nueva Zelanda y de la seguridad de las fronteras», comentó Jehle.
La multa impuesta por el tribunal del distrito de Manukau también obliga a Latam a pagar los costes legales.
Latam se refirió al caso mediante una breve declaración, en la que plantea que la compañía «se compromete a cumplir con las leyes y regulaciones en cada país donde opera» y como parte de sus actuales políticas, sostuvo que «se han revisado los procedimientos internos y los procesos de capacitación del personal para evitar situaciones de este tipo»