«Es increíble cómo se genera un ambiente en donde parece que la elección ha terminado, nos parece una falta de respeto con las y los chilenos porque no somos los candidatos los protagonistas, son las personas». A un día de las elecciones, Beatriz Sánchez se refería con esas palabras a los resultados de las encuestas que daban a Sebastián Piñera y Alejandro Guillier como los seguros candidatos que se iban a instalar con comodidad en la segunda vuelta, dándole, incluso, un 43% de las preferencias al candidato de Chile Vamos.
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Pero las votaciones demostraron otra cosa y los pronósticos de las encuestas estuvieron menos que acertados. Además de la votación que tuvo Piñera, quien, pese a no cumplir con los números que le daban los estudios, se quedó con el primer lugar de la primera vuelta, el golpe a los errados vaticinios vino con el porcentaje que obtuvo la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, un 20,27% que la dejó a sólo dos puntos de alcanzar a Guillier para instalarse en la segunda vuelta y que sorprendió a muchos.
«¿Dónde está ahora ese oráculo que es la CEP borrándonos del mapa? ¿dónde están las otras encuestas diciendo que estábamos fuera?». Tras quedar tercera en las votaciones, Sánchez no tuvo dudas para mantener su discurso crítico contra los pronósticos que la daban como una fuerza menor dentro de las elecciones presidenciales, pero que finalmente confirmaron al Frente Amplio como tercer bloque político y gran contrincante para futuras elecciones.
Es que la atacada CEP estuvo muy lejos de los porcentajes finales que se dieron este domingo 19 de noviembre. Por ejemplo, en sus mediciones de septiembre y octubre, Piñera alcanzaba el 44 por ciento de las preferencias, Guillier llegaba a un 20, y Beatriz Sánchez sólo alcanzaba un 8,5% ¿Cómo fueron los resultados finales? El candidato de Chile Vamos quedó con un 36%, el de la Nueva Mayoría se quedó con 22%, y la candidata del Frente Amplio se encumbró 12 puntos por sobre los vaticinios.
Pero no fueron los únicos que se equivocaron. En su última medición, realizada a inicios de noviembre, la Cadem daba a Piñera ganador con un 45% de los votos, Guillier obtenía el 23%, tal como aconteció, y Sánchez llegaba a un 14%. Resultados que estuvieron muy lejos de la realidad con lo acontecido por el candidato de Renovación Nacional y también por quien alzó su candidatura con la bandera de Revolución Democrática.
Y si de fallos con la proyección de Beatriz Sánchez se trata, la encuesta CERC-Mori, divulgada a inicios de octubre, también estuvo lejos de acertar en su última encuesta, ya que le daban un 11% de las preferencias a la candidata del Frente Amplio, mientras que a Sebastián Piñera lo encumbraban a un 44% de las elecciones. y a Guillier le daban un 30 por ciento de las preferencias, hartos puntos más que el 36% y 22% que finalmente obtuvieron.
Encuestas que terminaron fallando y que no pronosticaron al Frente Amplio como el gran ganador de las elecciones presidenciales. Pese a que no pasaron a segunda vuelta, la nueva fuerza política demostró que, tal como manifestó Beatriz Sánchez, llegó para quedarse.