Por un tobogán pasaron en el comando de Sebastián Piñera, ubicado en el céntrico Hotel Crown Plaza de Santiago. La jornada estuvo marcada por la noticia del deceso del ex general Fernando Matthei, padre de la actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, hecho que condicionó el día, a minutos del conteo de votos a lo largo del país y en el extranjero.
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Antes de los primeros escrutinios se respiraba tranquilidad, es más, el presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, aseguraba que «una diferencia de 10 ó 12 puntos sería razonable y nos dejaría en mejor posición para la segunda vuelta».
Pero esa calma se transformó en rostros de procupación. Los comentarios de pasillo se multiplicaban y las caras largas se conviertieron en la tónica en la sede de Chile Vamos.
La idea de la centroderecha era llegar al 43 ó 44% de los votos, según palabras del ex alcalde de Santiago Pablo Zalaquett, sin embargo estuvieron lejos de alcanzar dicha cifra.
El propio ex edil se declaró sorprendido por las cifras alcanzadas por la candidatura del Frente Amplio: «Sí estoy muy impresionado con los votos de Beatriz Sánchez, lo tengo que reconocer, yo esperaba que Guillier estuviera más arriba».
Zalaquett no fue el único que declaró sobre la inesperada votación que alcanzó Sánchez, porque el propio hijo menor de Sebastián Piñera, Cristóbal, señalo sentirse contento por los números que sumó la candidata de izquierda.
«Yo creo que ellos sacaron un balance muy positivo, estoy muy contento porque es un partido muy joven, que tiene un proyecto político muy interesante, que atrae a mucho gente a la renovación de la política, son rostros nuevos, y por eso estamos contentos por lo que lograron ellos», comentó Cristóbal Piñera a Publimetro.
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Nerviosismo y pedidos de unidad
Pasaban los minutos y el resultado ya estaba claro. Piñera no iba a llegar al esperado 40%, gracias a la sorprendente votación de Sánchez y al sufragio logrado por el otro candidato de la derecha, José Antonio Kast (7,91%), lo que generó tensión en el comando de oposición.
El más nervioso era Andrés Allamand, quien pegado a su celular miraba los resultados y en su cabeza sacaba cálculos pensando en segunda vuelta, donde Piñera se enfrentará con el candidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier.
De cara al balotaje será vital el probable apoyo que le entregará Kast a Piñera, por lo que el ex presidente no tuvo reparos en mencionar dos veces la palabra «unidad» en su discurso final, donde fue escuchado y apoyado por cerca de mil fervientes seguidores.
El apalusómetro del discurso
Ya con los resultados sobre la mesa, salió a escena el candidato de derecha, quien fue acompañado por su círculo íntimo, con sus hijos Sebastián, Cristóbal y Magdalena como protagonistas.
Piñera hizo hincapié en la unidad del conglomerado, pero lo que más llamó la atención fue que hizo referencia en dos ocasiones al recordado rescate de los mineros de San José, lo que provocó la ovación de los presentes.
Pero lo que más generó vítores en su elocución fue cuando habló de narcotráfico y delincuencia, temas vitales en su programa de gobierno, y que al ser mencionados generaron el delirio de los presentes, quienes ya tranquilos celebraban lo que para ellos es una victoria.
Fue un día lleno de emociones, donde lo único claro, por ahora, es que la campaña no se acaba y que todo se definirá recién el 17 de diciembre en la segunda vuelta.