Las mentiras eran parte de su vida cotidiana y con ellas pudo mantener por años una relación con sus dos esposas, las que finalmente terminaron siendo las grandes víctimas de un engaño digno de película y que salió a la luz en el juicio que se está desarrollando.
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Guillermo, el nombre ficticio que se le dio al hombre, falsificó documentos privados y públicos e incluso lo hizo con la firma de su primera esposa para poner la rúbrica en un divorcio que nunca sucedió.
Según indica Le Point, el hombre de 44 años estaba casado desde el año 2003 y tenía tres hijos con Valerie.
La mujer confesó que antes de la boda, Guillermo le había dicho que además de ingeniero en informática era un agente secreto y que trabajaba para la contrainteligencia francesa.
Con eso el sujeto lograba justificar sus constantes viajes y sus largas ausencias de casa, las que cada vez se hicieron más repetitivas.
La primera esposa terminó descubriendo todo en 2015, cuando haciendo trámites en el Fondo de Asignaciones Familiares de Marsella, un funcionario le dijo que estaba divorciada desde 2013.
Valerie se quedó helada ante la revelación, ya que su ahora “ex esposo” había falsificado su firma.
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Ahí comenzó a entregar más detalles a la policía y señaló que en una oportunidad ella salió de casa por todo el fin de semana, y que su esposo había llevado a otra mujer al lugar y que en presencia de uno de sus hijos durmió con ella, la llamaba “amor” e incluso la besó en la boca.
Ante las preguntas, Guillermo aseguró que la mujer era otra “espía” y que debía simular que era su pareja para “protegerlos”.
Todo llegó a su fin hace dos años. El sujeto fue a Nueva York como parte de una “misión de espionaje”, estuvo fuera de casa durante tres meses y para justificarse dijo que había sido herido e internado en un hospital militar en París y que su familia quedó con prohibición de visitarlo.
Ese hecho colmó la paciencia de Valerie e hizo la denuncia. Ahí comenzó otra investigación y se determinó que en 2013 Guillermo se había casado con Geraldine en Lyon, luego de conocerla en una web de citas y gracias al falso certificado de divorcio.
El abogado del sujeto asegura que su segunda esposa nunca supo de su vida anterior, que creó una “espiral de mentiras” para mantener dos vidas y no perder a su primera esposa y sus tres hijos.
Aún con todos los delitos cometidos, Guillermo no está preso, ya que es el único sustento de las dos familias y tiene que seguir trabajando para mantenerlas.