La cuenta regresiva avanza sin parar y el «ARA San Juan» lamentablemente llegó al fatídico séptimo día, tiempo máximo en el que puede permanecer bajo el agua, pasado el plazo debe reponer el oxigeno en la superficie.
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Los últimos partes de la Armada (marina de guerra) señalan que se atraviesa una fase crítica para la supervivencia de los submarinistas, que son buscados por aeronaves y buques de 13 países.
“La película puede tener mil finales, todos los que quieras, y unos mejores que otros, pero cada hora que pasa esto se acerca a un final triste”, indicó Carlos Mendoza, pescador y hermano de Fernando, teniente del sumergible desaparecido, en entrevista con diario Clarín.
A pesar que Carlos conoce las contingencias del mar, Marcela Tagliafeta, su esposa que lo acompaña, no pierde las esperanzas y se intenta mantener positiva ante la incertidumbre.
«Tratamos de pensar en positivo, y vemos con mucho orgullo lo que ocurre en las redes, los mensajes de esperanza que nos hace llegar la gente. Estoy convencida que si los 33 mineros de Chile salieron, nuestros 44 también van a salir”, indicó al mismo medio.
Una bandera argentina con las pequeñas manos de los hijos del teniente Fernando Mendoza grabadas en tinta y con el mensaje “Fuerza papá” espera que los encuentren.
Al igual que Marcela, María Morales, madre de uno de los tripulantes, confiesa que «es una mezcla de sensaciones, dolor, impotencia, por momentos esperanza. La sensación es que nos van a decir hoy ‘Ya llegan'».
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Supervivencia
«El escenario en las peores condiciones sería estar en inmersión y con imposibilidad de salir a superficie para hacer ‘snorkel’ (entrada de aire) y no poder renovar el oxígeno», explicó Balbi.
El vocero naval explica que»si estuviesen en condición de supervivencia hay alternativas para economizar oxígeno: se manda a todo el mundo a dormir o generar oxígeno con unas candelas».
El presidente Mauricio Macri pidió a los mandos militares «usar todos los medios disponibles» para hallar al sumergible, añadió el portavoz.
La nave había zarpado hace diez días desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, rumbo a su base en Mar del Plata.