La Armada argentina prevé que hoy zarpe el buque que llevará un minisubmarino de Estados Unidos a la zona del océano Atlántico donde se busca al submarino ARA «San Juan», desaparecido hace diez días con 44 tripulantes a bordo.
PUBLICIDAD
«Si dios quiere y las condiciones meteorológicas lo permiten, posiblemente hoy en la noche estaría zarpando» el buque Sophie Siem, de la petrolera chilena Sipetrol, y tardaría «un día para llegar al área de operaciones», informó a la prensa el portavoz de la fuerza naval, Enrique Balbi, en la sede de la Marina en Buenos Aires.
Esto será posible tras el trabajo realizado por un equipo de soldadores en el puerto patagónico de Comodoro Rivadavia para modificar su cubierta y su popa y poder embarcar un minisubmarino que integra el escuadrón de rescate de submarinos de los Estados Unidos, con capacidad para llegar a los 600 metros de profundidad.
Balbi también anunció que, a principios de diciembre, llegará al país el barco de exploración científica «Yantar» enviado por Rusia, que cuenta con «equipamientos de alta tecnología de inspección subaqua (subacuática)» y puede efectuar búsquedas a profundidades de hasta 6.000 metros.
Por el momento, aunque las condiciones meteorológicas no son tan buenas como en los últimos días, los vientos son regulares y las olas no superan los tres metros, aunque, advirtió, a partir de mañana, «van a empezar a complicarse» y posiblemente «vaya disminuyendo la eficacia del barrido».
El operativo se concentra en un área entre los 200 y 1.000 metros de profundidad porque, apuntó el capitán de navío, es la zona de «mayor probabilidad» para hallar al submarino, con base a su última posición conocida y los informes de Estados Unidos y la organización de control de pruebas nucleares, que registró ese evento «consistente con una explosión» el día que desapareció.
«No estamos teniendo aún la localización del submarino. La zona es amplia y el medio es hostil», insistió Balbi, quien aseguró que le gustaría tener «la mejor noticia» u «otro tipo de noticia» que permita arrojar evidencias más concretas y alejarse de «suposiciones y conjeturas».
PUBLICIDAD
«Todavía estamos en una etapa de esperanza y desesperanza», afirmó.
La última vez que el submarino estableció contacto con una base naval se encontraba en la zona del Golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa de la Patagonia argentina, mientras se trasladaba desde el puerto austral de Ushuaia hasta la localidad bonaerense de Mar del Plata, adonde debería haber llegado el lunes pasado.