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Baterías sin garantía, contrataciones poco transparentes, causas archivadas y auditorías no atendidas. El escándalo político vuelve a estallar, apuntalando hacia el gobierno de Cristina Fernández. Y es que siete años atrás, según consigna el diario argentino La Nación, el radical Miguel Giubergia, por entonces diputado nacional, pidió explicaciones al gobierno de Kirchner por presuntas irregularidades y cobro de sobornos en la compra de unidades y reparación de la flota de la Armada, con el supuesto cobro de sobornos por 3,5 millones de euros, pagados por las empresas alemanas Hawker y Ferrostaal a funcionarios argentinos en 2006, supuestamente dirigidos a acceder a un contrato de diseño de lanchas patrulleras.
«El nivel de accidentes en las fuerzas armadas ha estado por encima de lo normal y ello ha tenido que ver con la antigüedad del material y la limitación de recursos para mantenimiento y adiestramiento», dijo a la AFP el analista y experto en cuestiones militares Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría, al aludir a los posibles orígenes del accidente.
La Armada ha descartado de plano que el navío sufriera algún tipo de ataque. «El 90% del equipamiento de las fuerzas armadas (FFAA) argentinas tiene entre 30 y 50 años de antigüedad. Si tomamos el caso del submarino San Juan, se incorporó a la Armada hace 32 años y era uno de los buques más modernos», reveló Fraga.
El descuido en la modernización de las FFAA «es consecuencia de una visión anti-militarismo que surgió en el mundo político tras el último golpe militar (y dictadura entre 1976-83) y por la falta de prioridad o urgencia, del tema militar en las últimas décadas», fundamentó el analista.
Así mismo, el ex suboficial primero José Oscar Gómez fue destituido de la Armada en 2010 cuando denunció a la cúpula de la Armada por serias irregularidades en la reparación de media vida de los submarinos de la Marina, entre ellos el ARA San Juan , especialmente en las baterías. La denuncia fue archivada de inmediato por un ex juez federal.
El ex marino expulsado, en conversaciones con el diario La Nación, asegura que esas irregularidades y corrupción no necesariamente hayan sido los motivos de la desaparición del submarino ARA San Juan. «Hay que ser muy prudentes», advierte. Pero no tiene dudas de que «las fallas técnicas de las unidades de la Armada tienen conexión con la corrupción».
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Además, relata que entre 2004 y 2008 denunció irregularidades «en la contratación de empresas simuladas para trabajos que luego hacían marinos», no obstante lo cual cree que «había sopreprecios y que muchos cobraron una parte».
«Más allá del dolor, la cuestión será si la tragedia plantea el necesario debate sobre la reforma militar, que es una gran asignatura pendiente, desde antes que llegara Macri (en 2015)», dijo en tanto Rosendo Fraga, quien consideró que «el rescate del submarino llevará tiempo».
El «ARA San Juan» fue botado en Alemania en 1983. Desde 1985 es uno de los tres submarinos de la Armada argentina. Entre 2008 y 2014 se le practicaron reparaciones de media vida.