La Iglesia de Suecia ha pedido a su clero que deje de referirse al dios de los cristianos como “el” o “señor”. Consideran que lo más adecuado es usar un lenguaje de género neutro, menos específico.
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La medida es una de varias tomadas por la Iglesia Evangélica Luterana nacional en la actualización de un manual de 31 años de edad que establece cómo los servicios deben llevarse a cabo en términos de lenguaje, liturgia, himnos y otros aspectos.
Según los medios suecos, a partir del 20 de mayo de 2018 comenzarán a regir nuevas recomendaciones, en particular, de utilizar normas lingüísticas que permitan evitar visiones sexistas.
El objetivo es construir una fe más inclusiva refiriéndose a Dios como ‘Madre’ además de como ‘Padre’ en las celebraciones litúrgicas pero también en los rezos.
Antje Jackelen, arzobispa de la Iglesia Luterana Sueca, le dijo a la agencia de noticias TT de Suecia que un lenguaje más inclusivo había sido discutido ya en la conferencia de 1986.: «Teológicamente sabemos que Dios está fuera de nuestras ideas de género, Dios no es un ser humano». Jackelen aseguró a que persigue que la lengua una a las personas, y no las divida por su género, edad o raíces.
Sin embargo, también hay voces discordantes que opinan que la medida socava el legado de la teología común y de la Santa Trinidad.