Marcela Aranda, la vocera del “Bus de la Libertad” que en julio pasado recorrió Santiago y Valparaíso difundiendo mensajes contra la ideología de género, reconoció anoche que es un hijo suyo el que anunciará hoy junto al Movilh su decisión de cambiar nombre y sexo legal.
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Anoche, en su perfil de Facebook, Marcela Aranda publicó un comunicado en el que admite esta situación y acusa al Movilh de hacer una “terrible utilización mediática e inhumana” con este caso.
El comunicado de Marcela Aranda señala textualmente:
“Viña del Mar, 27 de Noviembre de 2017
Comunicado
Ante la información que circula a través de redes sociales y la prensa, quisiera expresar lo siguiente:
1.- Hace más de seis meses buscamos representar el sentir de millones de personas que hoy en día parecieran no tener voz en Chile. El Bus de la Libertad recorrió las calles de un país libre y soberano. Y si bien tuvo apoyo y detractores, un grupo de personas demostraron un odio violento hacia nosotros por pensar distinto y ser «diferentes», mal entendiendo y tergiversando un mensaje que no iba dirigido a ellos.
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2.- Son estas mismas personas las que, en un acto de completa inhumanidad, utilizan una situación personal y familiar para sacar dividendos y ventajas ante algunos debates que el país está dando.
3.- No haré ningún comentario sobre mi hijo, a quien amo con el mismo amor que Dios nos ama, con un amor que nunca deja de ser. Sin condiciones.
Esto porque de ninguna manera voy a exponer a mi familia, y porque siempre voy a proteger a mi hijo, por lo que no participaré de esta maquinación que busca la destrucción íntima de una persona que no piensa como ellos.
4.- Reiterar mi completo rechazo a la terrible utilización mediática e inhumana que hace el MOVHIL, como si un hijo fuera un producto o un arma con el que se puede destruir.
El uso de su persona, imagen e intimidad es una estrategia cruel e imoral que para conseguir sus objetivos no le importa exponer y dañar la vida de mi hijo.
Él NO es un producto de propaganda, sus procesos, como los de cualquiera, merecen un respeto y cuidado que el MOVHIL ha vulnerado.
Él es mi hijo, como lo podría ser de cualquier madre.
Seguiré orando, como cada día, por él, su vida y su corazón.
Es amado sin condiciones y lo será siempre contra viento y marea.
Y sabemos que ese Amor lo alcanzará en algún momento.
5.- Agradezco las muestras de solidaridad y afecto, no solo a mí, sino a mi familia.
Dios guía y guiará nuestros pasos.
No claudicaremos en el propósito al cual fuimos llamados. Y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que estas prácticas de manipulación y utilización irresponsables y egoístas no le sucedan a ninguna madre, ningún padre, familia y a ningún niño en Chile”.