Cuando en Chile la discusión sobre las pensiones hace rato está sobre la mesa y en la cual la edad de jubilación no entra en discusión por ser poco popular, un estudio afirma que en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) la edad para pensionarse con una cotización completa aumentará en 1,5 años para los hombres y en 2 años para las mujeres de aquí a 2060, para situarse en casi 66 años por las reformas aprobadas hasta ahora.
PUBLICIDAD
En paralelo, el aumento de la esperanza de vida a los 60 años será del triple de ese incremento, señala la propia entidad en un informe publicado este martes en el que pone en evidencia el aumento de la presión sobre la financiación de las pensiones.
Los autores de este estudio bienal, que han tenido en cuenta las reformas hasta septiembre de 2017, ponen el acento en que, como los jubilados vivirán más tiempo, habrá que desarrollar el empleo de los mayores para garantizar unas pensiones suficientes.
Por eso consideran que establecer de forma estricta una edad de jubilación no sirve necesariamente al interés general, como tampoco las trabas a la posibilidad de acumular una pensión con un empleo, y señalan a ese respecto las que existen en Australia, Corea del Sur, Dinamarca, España, Grecia, Israel y Japón.
El informe de la Ocde destaca a Chile junto a países como Estonia, Italia, México, Noruega, Portugal, Eslovaquia, República Checa y Suecia como buenos ejemplos, por la flexibilidad que ofrecen a quienes ya han cubierto el periodo de cotización para que sigan trabajando.
La edad de jubilación, que es ahora de 64,3 años con una cotización plena, pasará a ser, para una persona que empezó a trabajar con 20 años en 2016, de 65,8 años para los hombres y de 65,5 para las mujeres.
Las diferencias serán notables entre los países miembros, ya que mientras en varios se quedarán por debajo de los 65 años –60 en Eslovenia y Luxemburgo, 61 en Turquía, 62 en Grecia y 64 en Francia- en tres se superará la barrera simbólica de los 70 años.
PUBLICIDAD
Serán Italia (71), Holanda (71) y Dinamarca (74), porque en las últimas reformas esos tres países han establecido mecanismos de ajuste automático entre la edad de jubilación y el alza de la esperanza de vida para intentar garantizar el equilibrio financiero del sistema limitando la cuantía de la pensión.
En la actualidad, desde la edad de jubilación un hombre en la Ocde puede esperar vivir 18,1 años de media y las mujeres 22,5, aunque esas cifras llegan hasta máximos en Francia (23,6 y 27,6 años respectivamente), y superiores a los 21 y 25 años en Bélgica, Italia, Grecia, Austria, España y Luxemburgo.
La esperanza de vida de las personas con 60 años en la entidad es de 23,4 años en la actualidad y debería pasar a 27,9 años en 2050, lo que en conjunto supone un fuerte incremento de la tasa de dependencia económica de los mayores.
En concreto, el porcentaje de mayores con 65 o más años respecto al grupo de 20 a 64 años, que era del 27,9% en 2015 se duplicará a mediados de siglo, cuando se espera que sea del 53,2%.
Ese indicador del envejecimiento con implicaciones económicas será particularmente acusado en España y Japón, donde superará el 75%, mientras que en México y, sobre todo, en Israel, se mantendrá por debajo del 40%.
Respecto al nivel futuro de las pensiones con la normativa actual, los autores del estudio calculan que la tasa de reemplazo (la jubilación en porcentaje del salario medio durante la carrera laboral) será en cuatro décadas del 63% de media en la Ocde, y del 71 % en la Unión Europea, de nuevo con grandes fluctuaciones. Cabe recordar que en el caso de Chile, se ubican por debajo del 40%.
Las tasas más elevadas (incluso algo superiores al 100%) se prevén en Turquía y Holanda -España aparece en novena posición con un 82%-, mientras en el otro extremo se sitúan el Reino Unido (la pensión supondrá sólo un 29 % del salario que ganaban en activo) y México (30 %).