La ley 20.005 que sanciona y tipifica el acoso sexual señala que «las relaciones laborales deberán siempre fundarse en un trato compatible con la dignidad de la persona. Es contrario a ella, entre otras conductas, el acoso sexual, entendiéndose por tal el que una persona realice en forma indebida, por cualquier medio, requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien los recibe y que amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades en el empleo».
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Si bien esta ley fue promulgada el año 2005, el gran salto respecto al número de denuncias sucedió este año. El 2014, se realizó un total de 224 denuncias por acoso sexual ante la Dirección del Trabajo. El 2015 fueron 291 y el 2016 fueron 276. Sin embargo, este 2017 (que aún no termina) ya van 850 denuncias realizadas.
Las razones detrás de los números
Si se hace una segmentación por género, la diferencia es tremenda. Los casos denunciados por hombres no superan las nueve u once denuncias anuales. «Esto responde a un tema cultural, psicológico y a la vez sociológico», señaló a Publimetro la psicóloga de la Universidad del Pacífico, Sofía Fiedler.
Para la especialista «al hacer la denuncia los hombres temen sentirse aún más vulnerados, con perdida de poder». «Por el contrario, la mujer se empodera y hoy se está atreviendo más a hacer este tipo de denuncias. Pero es un cambio muy reciente», señaló.
Tendencia del 2017
Según Fiedler, el incremento en el número de denuncias que quedan expuestas a través de las cifras de la Dirección del Trabajo se deben a que el acoso sexual laboral como tema cobró fuerza y relevancia este año. «Lo pudimos observar en las denuncias del mundo del espectáculo y eso es aplicable a todas las áreas». «Cuando un afectado o afectada denuncia, se produce un efecto en cadena, donde empodero al otro para que se atreva a denunciar también», agregó.
Actualmente la ley para denunciar actos de acoso sexual cuenta con distintas instancias para proteger a la víctima. Pero según la profesional, faltan medidas que le den real seguridad a los afectados. Hoy la norma señala que la persona víctima de acoso sexual debe hacer llegar su reclamo por escrito a la empresa, establecimiento o servicio en que trabaja o a la Inspección del Trabajo.
En lo que va de 2017, ya hay 850 denuncias realizadas
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Luego, el empleador que recibe la denuncia por Acoso Sexual puede optar entre hacer directamente una investigación interna o, dentro de los 5 días siguientes a la recepción de la denuncia, derivarla a la Inspección del Trabajo. Ésta tendrá 30 días para efectuar la investigación.
Un proceso complicado
«El problema es que durante todo ese proceso, el o la afectada se encuentra expuesto a amenaza, malos tratos o nuevos episodios por parte de quién ejerce el acto de acoso», destaca Fiedler. De hecho, para la psicóloga de la Universidad del Pacífico, el proceso ya es dolorosamente largo e incomodo.
Muchas personas incluso tardan años en darse cuenta que son víctimas de acoso. Y durante el proceso, sólo se sienten incómodas en silencio. Uno de los vacíos en los años anteriores, era que las personas no tenían claro su derecho a denunciar. «O incluso desconocían que existe una ley que los y las protege», concluyó Fiedler.
